“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (II Corintios 4:7).
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas” (I Pedro 1:3-9).
1.- La gente busca riquezas.
La gente busca la riqueza, busca seguridad, busca estabilidad.
Los países hacen guerras por tener el control de las materias primas que les van a hacer millonarios.
La riqueza mueve el mundo, y que hace que las cosas sean más importantes que las personas.
2.- Somos millonarios.
Pero Dios nos dice que nosotros somos millonarios, que tenemos cosas más valiosas que aquellas por las que el mundo pelea y lucha: “Vuestra fe, mucho más preciosa que el oro”.
Podemos decir que tenemos un tesoro: “Tenemos este tesoro en vasos de barro”.
Usted ha encontrado un gran tesoro, usted es dueño de un tesoro.
3.- Dios le hace rico.
Dios le ha dado cosas maravillosas, cuando usted viene a Cristo, Dios le da grandes regalos.
Dios le da lo que el mundo busca y no tiene.
Dios nos da cosas maravillosas.
¿Qué cosas nos da Dios?
1.- Vida eterna.
“Para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:15).
La gente lucha por dinero y por tener un día más de vida.
La vida es limitada, pero Dios le ha dado a usted vida eterna.
Su cuerpo morirá, pero va a resucitar y va a estar una eternidad en gozo y bendición.
Usted es salvo en el momento en que recibió al Señor.
No tema, su vida es eterna, no acaba en la tumba.
Usted es millonario, tiene la riqueza que dura por la eternidad.
2.- Perdón de pecados.
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7).
Usted es millonario, puede tener comunión con Dios, porque tiene perdón de pecados.
Arrepentimiento y consagración y sus pecados son perdonados.
Usted puede servir a Dios libre de los pecados.
3.- Una nueva naturaleza.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (II Corintios 5:17).
Dios le ha dado una nueva naturaleza, usted ahora es una nueva criatura.
Ya no hace lo que antes hacía, es más ni le interesa.
Ya no se mueve por los principios por los que se movía, ahora ha descubierto algo nuevo, una vida nueva, un mover nuevo dentro suyo, ahora piensa diferente, usted ahora tiene una nueva naturaleza.
Usted es millonario, tiene una nueva naturaleza.
4.- La mente de Cristo.
“Porque ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” (I corintios 2:16).
Usted ha recibido la mente de Cristo, ya no piensa con los argumentos del mundo, ahora entiende las cosas de la manera correcta, ahora pone primero el reino de Dios, ahora sabe que lograr cosas para Dios es más importante que lograr cosas para usted.
Usted tiene ahora el privilegio, es millonario, tiene los mismos pensamientos que nuestro Señor.
5.- Esperanza.
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13).
Esperanza es lo que nos sustenta en el espacio comprendido desde que oras hasta que la oración es contestada.
Dios ha depositado en usted esperanza, convicción de que Él va a cumplir sus promesas.
Dios no ha puesto un poco de esperanza, sino que nos ha dado esperanza para poder abundar en ella.
Usted es millonario, en un mundo de desesperanza Dios le ha dado esperanza que nos llena de gozo y paz.
6.- Paz.
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).
Dios nos ha dado de su paz, Dios nos ha dado su Shalón.
Usted es millonario Dios le ha dado una paz que guarda su corazon y pensamientos.
7.- La imagen de Dios.
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1:26).
Dios le ha dado su imagen, usted tiene la imagen de Dios.
Cuando Dios hizo al hombre lo hizo a su imagen, cuando Dios hace al resto de los animales los hace para que estén al servicio del hombre.
Nada de la creación ha sido creado a imagen de Dios, salvo el ser humano.
Los hijos de Dios tenemos la imagen de Dios, y los no cristianos han de ver esta imagen en nosotros.
8.- Dirección.
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105),
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Juan 16:13).
En un mundo sin dirección, donde la gente no sabe que hacer, ni que pensar, Dios nos ha dado dirección a través de su palabra y del Espíritu Santo.
Usted es millonario, sabe que hacer y donde ir en un mundo desorientado.
9.- Poder.
“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20)
“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (Lucas 10:19).
Hay un poder que actúa en usted, hay una autoridad que Dios ha dado a sus hijos.
Dios oye sus oraciones, usted está sentado a la derecha de Cristo y sus oraciones tienen poder.
Balada del buscador de tesoros (José Angel Buesa).
Nadie supo su nombre:
Era un solo ojo gris y una pipa apagada
Doscientos años antes,
hubiéramos creído que era un viejo pirata.
Su casa, frente al mar,
era apenas un techo y una tapia.
A veces parecía menos viejo,
hablando de tormentas y de islas lejanas…
No, no, ya no hay tesoros;
yo lo sé bien… —decía y suspiraba—.
El humo de la estufa
lo hizo toser de pronto,
cuando quemó sus mapas.
Buscador de tesoros,
le crecieron las manos en el pico y la pala.
Cien años removiendo litorales de olvido
y nunca encontró nada…
II
Cuando murió, en un sueño,
la canción del domingo movía las campanas.
Se quedó para siempre con las manos vacías.
Su pipa estaba rota debajo de la hamaca.
El cementerio de pescadores
era un muro de conchas al final de la playa.
Aquella noche subió el mar.
Fueron sesenta cruces humildes bajo el agua.
Y dijo el cura: Hay que enterrarlo
aquí, en el patio de su casa.
(Sin su pipa en la boca parecía más viejo.
Yo le eché en un bolsillo su cuchara de plata).
Algo tembló en su mano,
al olor de la tierra y el ruido de las palas.
Y nosotros cavábamos la fosa, con el largo de un remo
con el ancho de un ancla.
Y sabedlo: allá abajo,
Miska, el grumete cojo, vio una cosa oxidada.
Y era un cofre, sabedlo:
¡Y fue un fulgor de joyas cuando saltó la tapa!
III
Cien años removiendo litorales de olvido,
y nunca encontró nada.
–No, no, ya no hay tesoros;
yo lo sé bien… decía y suspiraba…
Oh, nadie como él, nadie,
conocía las grutas de las islas lejanas.
Y estaba allí, sabedlo:
¡allí, en el patio de su casa!