“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18. El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19. A predicar el año agradable del Señor. 20. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. 22. Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José? 23. El les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra. 24. Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra. 25. Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; 26. pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. 27. Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio. 28. Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; 29. y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. 30. Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue” (Lucas 4:16-30)
Jesús ha estado en el desierto de Judea siendo tentado y tras vencer a Satanás regresa a Galilea donde predica por todos los lugares.
Regresa a Nazaret, pueblo donde se crió.
Aquí vemos varias enseñanzas:
1.- Su costumbre era ir al culto.- “Entró en la sinagoga, conforme a su costumbre” (V.16)
Jesús acostumbraba a honrar al Padre el día de reposo yendo al culto.
Entre semana predicaba y sanaba por todos lados, Él vivía al cien por cien para extender el reino de Dios, pero el día de reposo iba al culto, esta era su costumbre.
“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25)
El escritor del libro de Hebreos nos habla de algunos que tenían la costumbre contraria a la de Jesús.
Jesús se congregaba, y la Biblia nos insta a que nosotros nos congreguemos.
Somos el cuerpo de Cristo y necesitamos estar juntos por lo menos el día del Señor. No hacerlo es desobedecer el mandato, debilitarnos a nosotros mismos, y muestra una actitud de orgullo muy perjudicial.
2.- Se levantó a leer.- Cada sábado en las sinagogas se leían siete pasajes distintos por siete personas.
Uno de ellos era el sacerdote, otro un levita y los otros cinco son cinco judíos de esa sinagoga.
El pueblo de Dios es el pueblo del libro, el pueblo de la Biblia, leer un poco al día no basta, hemos de sumergirnos en la inmensidad de la palabra de Dios.
La palabra de Dios forma al cristiano
La palabra de Dios orienta al cristiano
La palabra de Dios da luz al cristiano
La palabra de Dios cambia al cristiano
La palabra de Dios renueva al cristiano
La palabra de Dios da seguridad al cristiano
La palabra de Dios muestra el destino victorioso del cristiano
La palabra de Dios exalta al salvador del cristiano
La palabra de Dios es viva y da vida al cristiano
La palabra de Dios es eficaz porque es útil al cristiano
La palabra de Dios cambia la mente del cristiano
La palabra de Dios da sabiduría al cristiano
La palabra de Dios bendice al cristiano
La palabra de Dios hace madurar al cristiano
La palabra de Dios da promesas al cristiano
La palabra de Dios ayuda a vencer la tentación al cristiano
La palabra de Dios nos ayuda a ver lo que el resto de la gente ignora
La palabra de Dios es el mensaje de amor que nuestro Padre que está en los cielos nos ha dejado.
Amemos y vivamos la palabra de Dios.
3.- Le dieron el libro del profeta Isaías.- (V.17)
En la actualidad todos tenemos un solo libro, la Biblia, que contiene 66 libros y todos se presentan juntos para facilitarlos el transporte y la lectura.
Pero antes no era así, no existía la imprenta y por tanto los libros había que escribirlos a mano uno a uno.
Había personas que se dedicaban a esto y eran los escribas.
Los libros no eran como los que tenemos ahora, sino que se escribían en rollos y se utilizaban igual que los carretes de fotos, conforme se enrolla por un extremo se desenrolla por el otro, y se leía la parte que quedaba expuesta.
- Le dieron.- No fue Jesús quien escogió que leer, nadie sabía que parte de la Biblia le tocaba, cada lector recibía una y la leía.
Dios preparó esta porción para que Jesús la leyera en ese momento. Dios cuida de todos los detalles, esto también ocurre en tu vida, aprende a reconocer a Dios en lo pequeño, no solo en lo grande.
4.- El respeto a la palabra de Dios.- “Todos los ojos estaban fijos en él” (V.20)
Le miraban con atención porque era Jesús, pues no mucho, posteriormente quisieron matarle, no creo que hubiese mucho respeto a Jesús.
Los judíos estaban atentos a Jesús porque había leído la palabra de Dios y ahora iba a comentarla.
El pueblo de Dios ha de respetar la palabra de Dios y una de las formas de respetarle es poniendo atención cuando se expone o se comenta.
5.- Isaías 61.-
a.- El Espíritu de Dios está sobre mí.- Jesús iba en el poder del Espíritu Santo.
Jesús actuaba con la dirección del Padre, en la voluntad del Padre y en el poder del Espíritu Santo.
La trinidad al completo actuó en la tierra a través de Jesús.
b.- Me ha ungido.- La palabra unción tiene muchos matices a la hora de interpretarla, pero quizás la que más utilizada sea “capacitado y enviado para hacer un trabajo”
Cuando alguien está ungido para algo es que Dios le escogió y le capacitó para esa tarea.
c.- El tarea de Jesús era:
– Dar buenas nuevas.- El evangelio da buenas nuevas y esperanza a los perdidos.
– Sanar los corazones.- Venimos a la iglesia con el corazón destrozado, cuando llegamos a Cristo necesitamos sanidad.
La iglesia forma parte del equipo de Dios para sanar tu corazón.
- Pregonar libertad.- Jesús fue capacitado para pregonar la libertad mientras vivió y para dar la libertad en la cruz del calvario. Jesús pregono en vida, y la dio con su muerte.
- Predicar el año agradable.- Se refiere al año de Jubileo, el año del perdón.
Cada cincuenta años se perdonaban todas las deudas.
Jesús vino a perdonarnos la deudas vino a hacer de nosotros un pueblo limpio, el nos quiere sin mancha ni arruga, y es Él el que nos limpia y perdona.
Da igual el pecado que hayas cometido, cualquier pecado es perdonado por Jesús.