La parábola de los terrenos

 

 

 “Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; 4 y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. 5 Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. 6 Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7 Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. 9 Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga” (Marcos 4:3-9).

“Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones. 16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; 17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan. 18 Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, 19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno” (Marcos 4:15-20).

 

1.- Parábola de los terrenos.

Normalmente se conoce este pasaje como la parábola del sembrador, y está bien, pero yo también la llamaría la parábola de los terrenos, ya que el énfasis viene en como responde cada terreno a la semilla sembrada.

La semilla es la palabra de Dios y no todo el mundo responde igual a ella.

La semilla es la misma, pero no todos responden de la misma manera.

 

2.- Terreno del camino.

Uno es el del camino, tierra dura, no está preparada para recibir la palabra, dura poco.

Representa a las personas que oyen y rápidamente desechan la palabra para dedicarse a otras cosas.

Prefieren otras cosas, cambian la palabra de Dios por cualquier plato de lentejas.

 

3.- Terreno entre piedras.

Gente que comienzan a andar en los caminos de Dios, pero cuando vienen los problemas dan media vuelta y dejan de servir a Dios.

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).

La aflicción, los momentos difíciles, son innatos con la vida del ser humano.

Siempre van a venir momentos complicados, y la gran bendición es pasarlos agarrados a Dios, no salir corriendo.

Salir de la presencia de Dios cuando vienen problemas es tirarse al fuego cuando te quemas un dedo.

Dios nos da su palabra para que tengamos paz en la aflicción.

 

4.- Terreno entre espinos.

Empiezan a servir al Señor, pero cuando Dios les bendice, se inicia un desvío.

“El dinero es bueno para siervo, pero malo para dueño”.

A la iglesia llegó una persona que no tenía nada, empezó a recibir de Dios, de pronto tuvo una idea de negocio, lo puso, y prosperó hasta hacerse uno de los más importantes de Sevilla. Hace más de cinco años que dejó de venir, ahora solo se dedica a ganar dinero.

 

5.- Buena tierra.

Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno” (V.20).

Abrazar la palabra de Dios y obedecerla es sinónimo de llevar fruto.

No basta con oír, hay que andar en sus caminos y entonces produciremos fruto para Dios.

 

6.- Aceleración.

El tiempo que pasa entre que se siembra la semilla y se recoge la espiga es solo de alrededor de cinco meses.

Cuando oímos y damos fruto las cosas se aceleran en nuestras vidas,

En poco tiempo empezamos a ver cosas gloriosas que nos suceden.

Cuando Dios está contigo todo lo grande y bueno de Dios viene a ti.

Dios quiere acelerar las cosas en nuestras vidas, y Él hace todo lo que tiene que hacer para que esta aceleración se produzca, solo tiene que abrazar su palabra y obedecerla.

 

7.- Billy Graham.

En sus inicios era un predicador ambulante casi desconocido.

En uno de sus servicios Fue rodeado de multitud de periodistas y fotógrafos, ¿Qué pasó?, No se sabe por qué, pero el magnate del periodismo William Randolph Hearst (ciudadano Kane de Orson Welles). Decidió hacerlo famoso y dio la orden de que todos sus periódicos hablaran de él, y en poco tiempo fue conocido a nivel internacional.

Por todo el mundo ha ido predicando a multitudes, ha hecho reuniones de pastores a nivel internacional, Billy Graham falleció, y Dios mediante la fundación que él estableció va a hacer una campaña en Sevilla el año 2027.

Aún después de muerto lo que inició continua.

Alguien con mala fama como William Randolph Hearst, ayudó a promocionar a este siervo de Dios.

 

8.- No lo busque usted.

Busque a Dios, abrace la palabra, obedézcala y la gente correcta le buscará a usted.

Dios ha preparado a la gente correcta para colocarla en su camino para que ellos abran las puertas que usted no puede abrir.

Estas personas le llevaran de la mano para llegar a sitios donde usted no puede ir solo.

Solo preocúpese de recibir la palabra y obedecerla.

 

9.- Quítele los límites a Dios.

No se fije en los impedimentos, no se fije en los problemas, no se fije en las aflicciones, crea en el poder de Dios.

Los impedimentos van a venir, la aflicción va a venir, pero no los mire, obedezca a Dios y espere su acción en su vida.

Cada fidelidad hecha a Dios, Él la ve, y va a premiarla, hay una gran cosecha guardada, recuerde que usted es buena tierra.

 

10.- Crece por debajo.

El trigo es una gramínea, el crecimiento se produce por debajo, las espigas que salen son el resultado de las múltiples raíces que han estado creciendo de cada semilla.

Lo que usted hace y nadie ve, es lo que va a dar fruto.

Sea fiel, no espere la aprobación de la gente, y verá crecer el fruto a 30, 60 o ciento por uno.

 

11.- El sueño de Dios.

Todos tenemos sueños, pero por muy grande que sea su sueño, el que tiene Dios para su vida es mucho mayor.

Dios nos lleva a donde nunca soñamos.

 

12.- Nehemías.

Nehemías soñaba con reconstruir el muro de Jerusalén, y lo soñaba cuando no tenía dinero y era esclavo en Babilonia.

 “Me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. 3 Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? 4 Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, 5 y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. 6 Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo. 7 Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá; 8 y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí” (Nehemías 2:2-8).

Dios le dio lo que necesitaba, incluso el rey Artajerjes le puso escolta para que llegara a Jerusalén sin problemas.

Nehemías llegó a Jerusalén y lo reconstruyó en solo 52 días.

 

13.- Dios lo inició todo.

Dios puso ese deseo en el corazón de Nehemías, y luego gracias a la obediencia de Nehemías, todo se desarrolló de manera perfecta.

Dios lo tiene todo resuelto para que su plan se haga en su vida si usted ha recibido la palabra de Dios y la obedece.

Dios acelerará su plan para su vida.

Tenga una actitud expectante, Dios tiene lo mejor para los que reciben la palabra de Dios y la obedecen.

 

14.- Lema Juegos Olímpicos.

“Citius, Altius, Fortius”, que se traduce como “más rápido, más alto, más fuerte”.

Cuando usted es buena tierra que recibe la palabra de Dios y la obedece Dios tiene este lema para su vida, actuar más rápido, llevarle más alto y darle más fuerza.

Dios acelerará su plan para usted.

Levántese a diario creyendo en el poder de Dios.

Esto es para su vida, para la iglesia, para la ONG, y para todas las cosas que como cristianos comprometidos iniciamos.

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