“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:1-10).
Somos victoriosos porque hemos nacido de nuevo.
La nueva vida en Cristo nos lleva a la victoria y nos da victoria.
El ser humano puede pasar por tres situaciones:
- 1-3: Antes de la conversión.
- 4-5: La conversión.
- 6-10: Desarrollo de la vida cristiana.
Antes de la conversión.
V.1.- “Os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”.
Dios nos dio vida cuando estábamos muertos.
Los inconversos están muertos (Zombis) (muerte espiritual).
La muerte produce religiosidad, sectas, posesiones, idolatría, una vida sin sentido, ataduras, etc.
“Muertos en vuestros delitos y pecados”. El pecado mata, siempre quita vida.
Puedes ver la oscuridad de la muerte en las almas de la gente.
V.2.- “Siguiendo la corriente de este mundo” igual que un río arrastra, lo hace también el mundo.
El mundo es una corriente muy fuerte, hemos de ir contracorriente.
“Conforme al príncipe de la potestad del aire”.
El mundo está rodeado y gobernado por potestades para controlarlo y producir dolor.
Las corrientes de pensamientos y pecados arrastran a la gente del mundo.
“Opera en los hijos de desobediencia” Los muertos por el pecado son instrumentos del diablo para causar daño a la obra de Dios.
V.3.- “En los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos”.
Nos dice las características de los muertos: Viven en los deseos de la carne, hacen la voluntad de la carne y piensan según la corriente de este mundo les ha indicado.
¿Qué es la carne? Es la naturaleza caída.
La conversión.
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (V.4-5).
El amor de Dios es abundante, está por encima de la situación en la que lleguemos.
A pesar de estar muertos, Dios nos amó.
“Rico en misericordia” No importa tu vida pasada.
Desarrollo de la vida cristiana.
(V.6) “Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”.
Volvemos a la vida, nos resucita.
Dios nos da la fuerza del salmón que va contra corriente.
“Nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” Nos pone en un lugar de autoridad, gobernamos junto con Cristo.
El mundo del espíritu está lleno de demonios desesperados viendo a la iglesia avanzar.
(V.7) “Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús”.
La vida de Cristo y la autoridad que nos da es para “mostrar al mundo”, ser testigos.
El mundo ha de ver su cambio, ha de contemplar lo que Dios hizo en usted.
(V.8-9) “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe”.
Todo viene de Dios, disfrutemos de la salvación.
(V.10) “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Estamos vivos y somos “hechura suya” hechos según el modelo de Dios.
“Creados en Cristo Jesús para buenas obras” Dios nos salvó para buenas obras.
Dios quiere un pueblo activo en buenas obras.
¿Cualquier buena obra? ¡NO! “Las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Oiga a Dios, no se deje presionar ni por necesidades, ni por sentimientos, conozca las buenas obras que Dios le preparó y realícelas.
Las buenas obras no valen si Dios no las preparó.