Momentos difíciles

“Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. 24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Juan 12:23-24).

 

Jesús está pronto a ser ajusticiado y dice que el grano de trigo tiene que morir para llevar mucho fruto.

Todos pasamos por momentos difíciles, esto forma parte de la vida, pero hemos de entender que en Cristo los momentos difíciles tienen un propósito, son para bendición.

Jesús sufrió para bendición, fue a la cruz para bendición y murió para bendición.

Todos los hombres de Dios han tenido que pasar por momentos difíciles para fructificar.

 

1.- Moisés.

Pasó 40 años en el desierto, pero en esos 40 años difíciles, Dios preparó al gran libertador.

Los 40 años que pasó bajo las cálidas arenas del desierto, fueron las que transformaron a Moisés para poder dar libertad al pueblo judío.

 

2.- Elías.

Quería morirse en la cueva, el miedo le pudo, y allí, enterrado en la cueva, bajo la oscuridad de la caverna recibió el trato de Dios que le convirtió en un hombre de fe.

Ando por el desierto, ungió a Eliseo, ungió a Hazael y a Jehú como reyes, realizó varios milagros (resurrección de un niño, multiplicación de la harina y del aceite) y continuó predicando el mensaje de Dios.

 

3.- ¿Qué ocurre en los momentos difíciles?

a.- Es en los momentos difíciles donde desarrollamos nuestro carácter.

b.- Es en los momentos difíciles donde aprendemos a confiar.

c.- Son los momentos difíciles los que nos ayudan a orar, aprendemos a orar.

d.- En los momentos difíciles se valora lo realmente importante (testimonio de la persona con cáncer).

e.- Los momentos difíciles nos hacen fuertes.

f.- Los momentos difíciles nos forman según Dios quiere que seamos.

 

Dios usa los momentos difíciles, no proteste cuando está pasando un momento difícil, hay cosas que solo suceden en el fuego de la aflicción.

 

4.- Acérquese a Dios.

 “Jehová será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia” (Salmo 9:9).

En los momentos difíciles es cuando hemos de acercarnos a Dios.

Los tiempos de angustia son los momentos en los que podemos tener a Dios más cerca.

No desaproveche las ocasiones de acercarse a Dios que le dan los momentos difíciles.

 

5.- Salmo 23.

 “Jehová es mi pastor; nada me faltará. 2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmo 23).

David estaba solo en el campo cuidando ovejas, su familia estaba en la casa, el padre valoraba a todos mas que a David, en esta situación de soledad y de menosprecio es cuando fue formado como rey.

Los momentos difíciles forman parte de la preparación de Dios para desarrollar todo el potencial que hay en usted.

Hay que hacer lo correcto cuando está pasando lo incorrecto.

Lo que debía causarle daño es lo que Dios usa para favorecerle.

 

6.- Valle de muerte antes de unción y mesa.

Hay que pasar por el valle de muerte para recibir la unción fresca “unges mi cabeza con aceite”.

Queremos la abundancia del final del salmo 23 pero no nos gusta el valle de sombra de muerte.

En los momentos difíciles le mostramos a Dios, a la iglesia, a los ángeles y a nosotros mismos quienes somos en realidad.

Pase el valle y llegará a la mesa donde la copa rebosa.

No se detenga ni se desanime, siga hacia adelante.

Dios va a convertir su problema en bendición.

Cuando pase momentos difíciles continue avanzando, la bendición está más cerca de su vida.

Al otro lado del valle está la copa rebosando.

No se quede en el valle, el valle no es su casa.

 

7.- Fidelidad.

Si no es fiel en el desierto no será fiel en la tierra prometida.

Los momentos difíciles son oportunidades para crecer.

Dios no se equivoca, si permite un valle de muerte, es para su bendición.

Puede que en estos momentos no entienda nada, pero continue.

 

8.- Panes rotos.

 Es fácil desanimarse y pensar que todo se acabó, pero cada vez que algo muere en usted algo más poderoso crece.

“Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. 17 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos” (Lucas 9:16-17).

La bendición, la multiplicación llegó cuando partió el pan, cuanto más pan rompía más pan aparecía.

Las rupturas en su vida no son el final, es señal de que Dios quiere multiplicarle.

 

9.- El frasco.

“Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Juan 12:24).

Usted puede tener una semilla y meterla en un bote, bien protegida, sin problemas, pero nunca pasará nada.

Sin embargo, cuando la pone en tierra y muere viene el fruto.

Solo después de ser plantada con la ruptura de la capa exterior es cuando salen las raíces y las hojas y se produce el milagro de la vida.

 

10.- No estamos enterrados, estamos plantados.

Algunos quieren el fruto, pero no quieren pasar por el proceso de los momentos difíciles.

No quieren estar incómodos, no quieren vivir con oposición, no quieren sufrir las traiciones, pero sin el momento difícil no crecerá ni producirá fruto.

Entienda que la semilla no está enterrada, está plantada, tiene la vida de Dios en su interior.

Si le preguntas a la semilla pasado el tiempo te dirá que no le gustó el proceso, pero le encanta comprobar en que se ha convertido.

“El cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).

Tu eras el gozo que Jesús miraba, el miraba tu salvación, por eso menospreció el sufrimiento de la cruz.

 

 

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