El hombre a la puerta

Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.2Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.3Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.4Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.5Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.6Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.7Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;8y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.9Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.10Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido” (Hechos 3:1-10)

Dios ha derramado su Espíritu Santo sobre los apóstoles, han salido a la calle, han hablado en lenguas, se han convertido 3000 personas en un solo día. Todo espectacular.

Los próximos versículos (Hechos 2:43-46) nos muestran que después de esta explosión del poder de Dios tienen que vivir el día a día, y Dios les va mostrando como amoldarse a la rutina cotidiana.

1.- Todo cambia cuando el Espíritu Santo llega a nuestras vidas.- Ya no lo hacen como antes de pentecostés, se comportan de manera diferente y tienen visión de cuerpo, entienden que ya forman parte de la iglesia.

Ahora ya se han adaptado a una esta nueva vida y están dando un paseo por la calle.

2.- Se encuentran a un cojo.- Estaba en la puerta del templo, no estaba dentro.

Mucha gente vive a la puerta de lo de Dios, están a las puertas y no participan de las bendiciones que hay dentro.

Están a las puertas, casi están dentro pero aún no pasan al interior.

Este hombre estaba fuera por una limitación física, la cojera le llevaba a mendigar a la puerta.

Muchos vienen a la iglesia pero están a las puertas, y no reciben la bendición de Dios.

Vienen pero no entran al santuario.

Están en la iglesia pero se pierden lo mejor de la comunión con Dios.

3.- Hay muchas cojeras.- Este hombre estaba cojo físicamente, pero hay otras cojeras:

a.- Cojos emocionales.- Las heridas del pasado les impiden disfrutar de la bendición de Dios.

Quizás han tenido problemas con los padres, con familiares, con hermanos de la iglesia, con pastores.

Todo esto les frena, no pueden entrar en comunión con Dios, porque las heridas del pasado le hacen cojear.

b.- Cojos de religiosidad.- La religiosidad es una cojera que hace hacer lo que hay que hacer en la iglesia sin profundizar en la intimidad con Dios.

Se predica, se canta, se limpia el suelo, se lleva el sonido, se sirve de diácono, en fin, se hacen las cosas de la iglesia sin estar en comunión con Dios.

Esta es una cojera que nos impide entrar en el templo.

Hagamos lo que hagamos en la iglesia es importante que entremos en comunión con Dios.

El cristianismo es una religión viva que nos lleva a estar cerca de Dios, Jesús murió en la cruz para derribar la separación que había ente Dios y el hombre.

4.- La necesidad le impedía ver su realidad.- (V.3) El cojo pedía dinero cuando lo que de verdad necesitaba era sanidad.

A veces las necesidades nos ciegan y nos impiden ver la realidad de nuestras vidas.

He conocido a personas buscando cosas y nunca logrando nada porque sus necesidades les hacían buscar en los lugares equivocados las cosas que no necesitaban.

5.- Cambiar la dirección de la mirada.- (V.4) Este hombre pedía sin mirar a la cara, era como un autómata.

Sus ojos apuntaban al suelo, y los apóstoles le piden que levante su cabeza.

Cambia la dirección de tu mirada, no mires hacia abajo, no mires al problema, mira a Dios y a los siervos que Dios te manda.

6.- Pedro le da lo que necesita.- (V.6) Pedro por el poder de Dios le da la sanidad que precisa.

“No tengo oro ni plata”.- Lo que tú buscas no lo tengo.

“Lo que tengo te doy”.- Lo que no buscas pero necesitas te doy.

7.- Entró en el templo.- (V.8) El que estaba a las puertas del templo y estaba fuera, ahora cuando tiene el toque de Dios entra al interior.

Deja que Dios te toque y entra dentro.

El poder de Dios va a hacer que puedas entrar en la presencia de Dios.

La iglesia es la reunión de los cojos sanados por Dios.

8.- El que es tocado por Dios toca a otros.- (V.9-10) El milagro de tu sanidad va a impactar a otros.

Lo que Dios ha hecho contigo va a impactar en la gente. Todos verán el milagro.

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