“Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. 2 Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. 3 Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. 4 Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. 5 Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla. 6 De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová. 7 Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas, 8 Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. 9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra; 10 y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz. 11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. 12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. 13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. 14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? 15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. 16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre” (Jueces 6:1-16)
El pueblo de Dios ha sido liberado de Egipto, ha sido llevado a la tierra prometida, han conquistado grandes territorios, y ahora Dios gobierna sobre su pueblo a través de los jueces.
Gedeón fue un Juez que sirvió a Dios en Israel en el 1200 A.C.
El pueblo de Dios que antes conquistó, en la actualidad está escondido en cuevas.
Este pasaje nos muestra cosas muy interesantes:
1.- Israel pasaba por malos momentos.- Los madianitas estaban oprimiendo a los judíos.
La Biblia está llena de opresores que maltratan al pueblo de Dios.
Desde Génesis a Apocalipsis vemos que hay opositores que hacen daño a los hijos de Dios.
Egipto, pueblos de Canaán, Roma. Y a lo largo de la historia de la iglesia nos encontramos con lo mismo.
2.- La gente se escondía en cuevas.- Ante el acoso de los madianitas el pueblo de Dios se escondió en cuevas.
Para proteger sus vidas cavaban cuevas en la montaña en vez de hacer frente al enemigo.
Dios les pide que peleen, pero ellos en vez de oír a Dios oyen los gritos del miedo diciéndoles que se escondan en cuevas.
En vez de realizar la obra de Dios se convirtieron en cobardes.
Miedo tenemos todos, pero si el miedo nos controla somos cobardes.
Un valiente es alguien que tiene mucho miedo, pero va hacia adelante.
3.- Escondidos y golpeados.- (V.3-4) Estaban escondidos pero perdían igual, los madianitas les robaban y tenían pérdidas económicas.
Las pérdidas debido a su cobardía fue mayor que si les hubiesen hecho frente.
4.- Perdieron la visión.- Dios les manda conquistar Canaán y ahora están escondidos en cuevas llenos de miedo.
¿Dónde están los que gritaban ¡España para Cristo!?
Donde están los que cantaban “Cristo vive, Cristo Vive.
Donde están los que oran para que venga el avivamiento.
Perdieron la visión, se dedicaron a esconderse en vez de ir a conquistar.
5.- “Clamaron a Jehová”.- (V.6) Vieron el problema y en vez de conquistar, y obedecer a Dios, piden que sea Dios el que actúe.
Esto que parece bueno, no lo es. Ya que en vez de hacer la obra de Dios, quieren que sea Dios quien la haga por ellos.
6.- Mensaje del profeta.- (V.8-10)
“Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. 9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra; 10 y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz”.
– Les recuerda lo que hizo: Les sacó de Egipto, y les ayudó a conquistar Canaán.
– Les dice que no teman a los dioses amorreos.
– Les echa en cara que no han obedecido la voz de Dios, porque han tenido miedo.
7.- Dios levanta gente en los conflictos.- Los siervos de Dios son gente curtida en los momentos difíciles.
Noé, Moisés, Daniel, Jeremías, Isaías, Pedro, Pablo, Juan.
Los que no hacen nada, no son gente que Dios usa de forma poderosa, es más muchos ni siquiera Dios se preocupa de que aparezcan en la Biblia.
Los héroes de la fe de la Biblia no son gente a las que todo les va bien, son gente que destaca sobre el miedo de la mayoría.
8.- Dios ve a Gedeón.- (V.12) Entre todos los miedosos, había uno que tenía algo diferente.
Vivía en una cueva, recogía el trigo para esconderlo como todos los demás, pero tenía algo que a los otros le faltaba: valor.
Miedo, pero con valor, con miedo pero siguiendo para adelante.
9.- La falta de fe quita la fe.- (V.13) Un pueblo que no peleaba produjo como consecuencias la devastación y la miseria, y esto es lo que veía Gedeón.
“Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas”.
Tus hijos verán un Dios impotente si tu no ocupas el lugar que te corresponde y actúas como Dios quiere que actúes.
La cobardía produce inacción, la inacción produce miseria, la miseria muestra un Dios derrotado.
10.- Empuje de fe.- (V.14) “¿No te envío yo?”
¿Quién nos llamó? ¿Quién nos salvó? ¿Quién derramó el Espíritu Santo sobre nosotros? ¿Quién nos ha enviado a hacer su obra?
11.- La clave es la presencia de Dios.- “Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre”.
Dios está con nosotros, y esta es la clave de nuestra victoria.