Hablando de forma correcta

“Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. 2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. 3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. 4 Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. 5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! 6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. 7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; 8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. 9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así” (Santiago 3:1-10)

El apóstol Santiago escribió este pasaje sobre la lengua.
No es el único pasaje, toda la Biblia está llena de referencias a lo que hablamos y a la manera en la que hablamos.
Se habla más de la lengua y de lo que hablamos que de otros pecados para nosotros considerados claramente malos. (Por ejemplo el robo).
Sin embargo a los pecados de la lengua no se les da el valor ni la consideración que Dios les da.
Una iglesia que no sabe hablar está en peligro.
Veamos algunas cosas:

1.- Hablar manifiesta lo que pensamos.- “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6:45).
Cada uno saca de su boca lo que hay dentro.
Por tanto la clave para hablar bien no es esforzarse en hacerlo, sino en cambiar el interior.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).
Cambiando la forma de pensar cambiaremos la forma de hablar.

2.- Importancia de hablar bien.- “La muerte y la vida están en poder de la lengua” (Proverbios 18:21).
La muerte espiritual tuya y la de los demás.
En algunos casos muerte física: solo hay que hablarle mal a alguien no cristiano que está muy enfadado.

3.- ¿Qué no debemos hablar?
a.- Blasfemias.- “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca” (Colosenses 3:8).
Hablar mal contra nuestro Dios.

b.- Palabras deshonestas.- (Colosense 3:8) Groserías, palabrotas.
Es serio, ya que la Biblia nos dice que los que hacen esto hemos de desecharlos “Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis” (I Corintios 5:11).
c.- Chistes verdes.- “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; 4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias” (Efesios 5:3-4).

d.- Insultos.- “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” (Mateo 5:22).

e.- Escarnecer.- “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado” (Salmo 1:1).
Burlarse de otros, ofender, ridiculizar en público.
“No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios. Yo Jehová” (Levítico 19:14).

f.- Chismorreo.- No andarás chismeando entre tu pueblo” (levítico 19:16).
Habla con indiscreción o malicia de otro.
Programas de TV. Viven de hablar con malicia de otros.
“Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas” (Proverbios 18:8).

g.- Murmuración.- “Haced todo sin murmuraciones y contiendas” (Filipenses 2:14).
Conversar en perjuicio de otra persona ausente para dañar su imagen o dañar sus planes.

h.- Calumnia.- “El que no calumnia con su lengua” (Salmo 15:3).
Acusación falsa para causar daño.

i.- Queja.- El lenguaje del reino de Dios es el de la alabanza, la queja muestra derrota interior.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).
“Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5:20).

j.- Necedades y tonterías.- “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio” (Mateo 12:36).
Chistelatría.- El chiste no lo justifica todo.

4.- Las palabras hieren.- “Que afilan como espada su lengua; Lanzan cual saeta suya, palabra amarga” (Salmo 64:3)
“Aguzaron su lengua como la serpiente; Veneno de áspid hay debajo de sus labios” (Salmo 140:3)

5.- Aprender a callar.- Muchos versículos hablan sobre esto.
“Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad” (Eclesiastés 6:11).
“En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente” (Proverbios 10:19).

6.- Aprendemos de lo que oímos.- “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (I Corintios 15:33).
Las malas conversaciones producen malas costumbres y las buenas conversaciones producen buenas costumbres.
Aprendemos de lo que oímos.
Los niños aprenden de lo que oyen.
7.- La palabra tiene poder.- Esta es una realidad que hay que entender.
Tiene poder para mal, ya lo hemos visto antes, pero también lo tiene para bien.

a.- Dios creó el mundo con su palabra.- “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos”, “Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió” (Salmo 33:6,9).

b.- Tienen el poder de bendecir.- “Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos” (Proverbios 16:24).

c.- Anima.- “Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (I Tesalonicenses 4:18).

d.- La salvación viene de creer la palabra.- “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24)

e.- Nacemos de nuevo por la palabra de Dios.- “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (I Pedro 1:23).

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