“Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. 2 Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. 4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. 6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios” (Éxodo 3:1-6).
Moisés está haciendo su recorrido habitual y de pronto ve una zarza, una de las muchas que había por esos lugares desérticos, que sorprendentemente arde y no se consume.
Entonces, en medio de la zarza aparece el “Ángel de Jehová”; “y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza” (V.2).
1.- ¿Quién es el Ángel de Jehová?
Esto podemos verlo en este mismo pasaje. “Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí” (V.4).
El Ángel de Jehová es Dios mismo.
Esto es una Teofanía, una manifestación visible de Dios al ser humano.
Muchos personajes del Antiguo Testamento experimentaron teofanías.
Abraham. – “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1).
Agar. – “Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está” (Génesis 18:3).
Jacob. – “Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma” (Génesis 32:30).
Daniel. – “En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía” (Daniel 5:5).
El mismo Moisés tuvo otras manifestaciones de Dios en otros momentos, por ejemplo, cuando recibió las tablas.
2.- ¿Cómo se puede ver a Dios?
Esta es una pregunta que nos hacemos, en especial después de leer “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Juan 1:18).
Nadie ha visto a Dios tal como es, nadie ha podido ver a Dios en su plenitud y ha permanecido vivo.
La gloria de Dios es tan grande que el cuerpo humano no puede resistirlo.
Por eso Dios ha tomado dos maneras de manifestarse en la tierra sin causar daño a los seres humanos.
Antiguo Testamento. – Por el Ángel de Jehová, que es una manifestación de Dios a través un cuerpo espiritual que Dios toma para que los seres humanos puedan verlo sin perecer.
Nuevo Testamento. – Por Jesús que es una manifestación de Dios a través de un cuerpo físico.
También a través del Espíritu Santo morando dentro de nosotros.
3.- Llama de fuego.
Es algo contrario a su esencia, fuego que no quema. Dios manifiesta su poder quitándole poder al fuego.
Dios puede hacer que el fuego no queme.
Para Dios lo anormal es normal.
Moisés quedó impactado al ver el efecto contrario a las leyes naturales de la física.
Cuando nos convertimos entramos en el mundo de lo sobrenatural.
Ya las leyes de la naturaleza pueden ser cambiadas por el poder de Dios.
a.- Gente con vidas sin sentido se tornan en vidas fructíferas.
Moisés era un caso perdido, pero Dios hizo de él el libertador de los judíos.
b.- Gente sin esperanza en sus matrimonios, en Dios vuelven a restaurarse.
Dios llega a las familias y hace que lo que materialmente es imposible se restaure.
c.- Gente con problemas económicos por sus malas cabezas cuando conocen a Dios y Él arregla sus vidas a partir de ese momento se convierten en gente sabia con el dinero y ya no lo tiran como hacían antes.
A la iglesia han llegado gente arruinada y ahora son empresarios de éxito.
d.- En algunos casos hay milagros de sanidades físicas espectaculares.
Dios hace que el fuego no arda, que tu vida no se queme.
4.-El fuego de Dios produce transformación.
La vida de Moisés no valía nada, pero con la presencia de Dios en su vida iba a pasar de la derrota al éxito.
Se cambia el destino de Moisés, de estar perdido en el desierto, a ser dirigido por Dios a la conquista de lo excelente.
Si Dios está contigo, si te inundas de su fuego, el futuro vuelve a ser real en tu vida.
Tu nombre estará escrito en “el libro de la vida del cordero” y tus obras estarán diciendo a los cuatro vientos que has pasado de muerte a vida.
5.- Dios quiere bendecir al ser humano.
El fuego de Dios calienta, pero no quema, produce vida en vez de destrucción.
Dios está preocupado en bendecir al ser humano y se manifiesta en Horeb, en la zarza para salvar a Israel que estaba oprimido a 850 km. de distancia.
Dios se manifiesta en el Gólgota para salvar al ser humano.
6.- Moisés no entendía lo que veía.
Moisés veía la zarza ardiendo y le parecía extraño.
Usted no va a entender muchas cosas, pero eso no importa, la bendición de Dios se hará real en su vida.
El propósito de Dios para su vida se va a hacer real.
Gracias por compartir esta hermosa Palabra. Dios le bendiga grandemente.