“Pero
los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había
ordenado. 17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18 Y
Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en
la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:16-20)
“¿O
no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el
bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:3-4)
Hemos estado viendo la importancia del reino de
Dios.
Hemos visto que fue el tema principal de la
predicación de Jesús y de los apóstoles.
Hemos visto que se puede estar en la iglesia y no en
el Reino de Dios, y es que la puerta al reino de Dios es la obediencia.
Este pasaje nos enseña varias cosas:
1.- Obediencia
al rey.- “Al
monte donde Jesús les había ordenado” (V.16)
Jesús le dice que vayan a Galilea y ellos obedecen.
Los apóstoles van allí sin saber que van a
encontrarse, porque al rey se le obedece sin preguntar.
Al rey no se le entiende, al rey se le obedece.
2.-
Dios es específico.- “Se
fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado” (V.16)
Les dice que se vayan a Galilea y a un monte en
concreto.
No valía cualquier monte, hemos de ser específicos,
Dios es específico, y nosotros hemos de serlo también.
“Para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2)
3.- No todos estaban al mismo nivel.- “Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban”
(V.17)
Todos le adoraron, pero algunos dudaban.
En la vida cristiana vamos a encontrarnos con
multitud de hermanos que adoran, pero están a diferentes niveles.
Algunos aquí dudaban, evidentemente la situación era
tan sobrenatural que si nosotros hubiésemos estado allí también éramos de los
que dudaban.
Lo importante es que adores a pesar de tus
debilidades y dudas.
4.- Un
Rey todopoderoso.- “Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (V.18)
En el cielo y la tierra tiene poder.
El reino de Dios abarca el mundo material y el
espiritual, y Jesús es rey de los dos.
Los ángeles obedecen a Jesús, la iglesia también ha
de obedecer a Jesús.
5.-
En base a su autoridad hemos de obedecer.- “Por tanto”
No obedecemos porque sí, sino porque tiene
autoridad.
Sus órdenes son las correctas y son la base para
vivir en el reino de Dios.
6.-
“Id”.- No tenemos que esperar que venga la gente,
nosotros hemos de ir.
Los discípulos, la gente del reino va a la gente
perdida.
Los discípulos, la gente del reino sabe que la gente
necesita a Dios.
Los discípulos, la gente del reino busca la
salvación de los perdidos, porque para eso vino el Rey.
7.-
Hacer discípulos.- Hacer
discípulos es un mandamiento del Rey.
Para hacer discípulos es preciso de parte del Maestro:
a.- Ser ya discípulo.- vivir lo que se cree y
enseñarlo. No basta con enseñar, antes hay que ser discípulo.
b.- Dedicar tiempo a dar la clase.
c.- Dedicar tiempo a atender al discípulo. No solo
es transmitir información.
De parte del alumno:
a.- Tener humildad, ya que es preciso entender que
necesitas un maestro.
b.- Tener deseos de aprender.- Querer conocer todo
lo que Dios nos quiere enseñar.
c.- Ser obedientes.- Aprendemos para obedecer lo que
hemos aprendido.
8.-
El bautismo es un mandato del rey.- Bautizarse forma parte de la obediencia al rey.
No bautizamos por gusto, ni por religiosidad, ni por
capricho, sino que lo hacemos porque así lo mandó Jesús.
a.- Bautizar significa “Sumergir”. “Baptizo”.
b.- “¿O no sabéis que todos los
que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque
somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:3-4)
El bautismo nos identifica con la muerte y
resurrección de nuestro Rey.
Introducirnos en el agua significa ser muerto, ser
enterrado.
Salir del agua significa resucitar igual que el rey.
No solo es simbólico, sino que también es profético.
9.- “Bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo”.- En realidad no bautizamos nosotros, sino que es Dios el que lo hace,
nosotros solo actuamos en su nombre.
Lo hacemos de parte de Él.
Si un trabajador de una fábrica recibe la orden de
hacer una pieza nueva, en todos los informes aparecerá que la empresa ha
realizado esa pieza, porque el trabajador tan solo actúa en nombre de la
empresa.