Orar con audacia.

“Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? 12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas 11:9-13).

 

Cuando estamos haciendo la obra de Dios, estamos sirviéndole, y Él está dispuesto a ayudarnos a hacer la obra de forma milagrosa.

Si estás trabajando para Dios, ora con audacia y Dios va a bendecir tu trabajo.

 

1.- Elías.

“Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. 43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. 44 A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. 45 Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel” (I Reyes 18:42-45).

El rey Acab, era un mal rey, y Dios manda a Elias para que le haga frente.

Elías oraba con audacia, pidió que no lloviera y así fue, luego oró porque la lluvia callera y llovió.

Algo increíble, controlar el tiempo, pero la audacia de Elías hizo posible el milagro.

Dios quería demostrar su poder sobre el dios de la lluvia de los cananeos, y cuando Elías decidió orar de manera audaz, Dios estuvo encantado en contestarle.

 

2.- Moisés.

El pueblo de Dios tenía que ser liberado y atravesar el desierto, para esta labor Dios escoge a Moisés, un hombre sin mucho poder en sí mismo pero que creía a Dios.

Oraba con audacia, era un gran atrevido, oraba por plagas y estas caían, oraba por que se abrieran mares y se abrían, oraba por agua en el desierte y esta manaba, oraba por comida y caía del cielo.

El plan de Dios para su pueblo se realizó porque Moisés se atrevió a orar de manera audaz aún cuando todas las cosas estaban en su contra.

 

3.- Josue.

 “Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. 13 Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. 14 Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel” (Josue 10:12-14).

El pueblo de Dios estaba conquistando la tierra prometida, eran muchos los pueblos que tenían que vencer, y estaba en la labor de conquista.

Cuando estaba conquistando a los amorreos, Josué necesitaba más tiempo de sol y oró con audacia, le pidió a Dios que el sol estuviera más tiempo brillando y así fue.

Para esto se necesita creer mucho en el poder de Dios, pero Josué había visto como Dios respondía a las oraciones de Moisés, vio como se abría el Jordán y como caían los muros de Jericó.

Lo vivido antes aumentó la fe y la audacia de Josué.

 

4.- David.

 “Ahora pues, Jehová Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y tú has prometido este bien a tu siervo. 29 Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre” II Samuel 7:28-29).

David tenía muchos defectos, no era un hombre perfecto, es más cometió grandes pecados tales como adulterio y asesinato.

Con todo se arrepintió de corazón, y Dios llega a decir que tenía un corazón perfecto.

David oró con audacia, le pidió a Dios que su descendencia continuara gobernando en Israel, Dios no solo le contesta la oración, sino que el Mesías fue de la descendencia de David que gobernará por la eternidad.

Fue una oración atrevida, David oró con tanta audacia que Dios se lo concedió.

Dios tenía que mandar a su Hijo, y la oración audaz de David hizo que él fuera el ascendiente del Mesías.

 

5.- Aprendamos a orar con audacia.

Dios quiere que hagamos su obra, Dios quiere que su reino se extienda y para eso Él está dispuesto a bendecirnos, tengamos la audacia de pedirle a Dios cosas impensables.

En las situaciones imposibles, Dios nos reta a orar.

Hoy día, Dios esta esperando encontrar a gente audaz que ora con audacia.

Gente que cree a Dios a pesar de los imposibles.

La Biblia tiene a mucha gente audaz, para que nosotros en el día de hoy también seamos audaces en nuestras oraciones.

 

6.- Memo Mata.

Es un hombre sencillo, pero ora con audacia, estaba construyendo el templo, no tenían cemento, oraron a Dios, y al poco llegó un hombre diciendo que se había volcado un camión lleno de sacos de cemento y que si querían podían ir a cogerlos.

Oraron con audacia y Dios proveyó el cemento.

 

7.- Jenny Armas.

Oraba con audacia, fue la fundadora de la ONG, desde nada, comprando comida en los supermercados inició el proceso de reparto de alimentos a las personas necesitadas.

Estábamos construyendo este templo, no teníamos dinero y pusimos el local de Peral en venta, para que con ese dinero pudiéramos seguir construyendo.

Jenny oró porque no se vendiera, y no hubo manera de venderlo.

Ahora tenemos el templo hecho, y además de mantener ese local la ong tiene otro más acá cerca.

 

8.- Madre de pandillero.

Era una portorriqueña que vivía en Nueva York, su hijo se perdió con doce años en una pandilla tomando drogas y viviendo como un pandillero.

Esta madre iba todos los días a la iglesia a orar por su hijo para que se convirtiera, pero el hijo cada vez estaba peor. Con todo oraba con audacia y continuaba pidiendo a Dios.

Esta oración hizo que un hombre llamado David Wilkerson fuera a las pandillas a evangelizar y allí se convirtió ese muchacho.

Se llama Víctor Torres y ahora, Víctor Torres y su esposa, Carmen Torres, dirigen el centro de rehabilitación, “New Life For Youth’s”, en Richmond, donde brindan ayuda a drogadictos y pandilleros de edades entre 17 y 22 años.

 

Conclusión.

Involúcrate en la obra de Dios y ora con audacia, cree que Dios te ama, cree que Dios ama su obra, a veces nuestra lógica frena nuestra fe, pero Dios quiere que nosotros nos lancemos en fe y pidamos cosas extraordinarias.

Ora con audacia, solo los que oran de esta manera ven los milagros de Dios.

Sal del montón de gente que ora de manera rutinaria, da un salto a tu oración y empieza a clamar a Dios creyendo en su poder y milagros.

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