Parábola de las 10 vírgenes

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 2. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4. mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. 5. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. 6. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! 7. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 8. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. 9. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. 10. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 11. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12. Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:1-13)

 

El Señor habla por parábolas cuando quiere enseñarnos asuntos espirituales que son difíciles de entender por la mente humana y quiere hacérnoslo fácil.

Toma cosas de la vida cotidiana y a través de ellas cuenta realidades del espíritu.

Él es un gran maestro

 

Vida cotidiana.- Cuando se comprometían un hombre y una mujer, la boda no era inmediata, sino que el novio tenía que construir la casa en la que iban a vivir, y cuando estaba finalizada iba por todo el pueblo hasta llegar a la casa de la novia para celebrar la boda.

El recorrido no lo hacía solo sino que le acompañaban los amigos del novio y de la novia.

 

Enseñanzas.-

 

1.- El reino de los cielos es esperar.- La iglesia ha de esperar su venida.

Jesús viene, va a regresar por segunda vez, no podemos vivir como si este acontecimiento no fuese a ocurrir.

La espera forma parte de la vida cristiana, porque la espera es lo mejor de la vida.

Los mejores momentos no son cuando conseguimos algo,  y ya lo tenemos, sino cuando esperamos que lo que deseamos llegue.

Vivir esperando algo es vivir cultivando la felicidad.

Póngase metas, trabaje en ellas, y cuando las consiga pase a otra cosa, no se estanque, si no quiere que su vida pierda aliciente, luche por cosas nuevas.

Todo el que se convierte entra en un periodo de espera, Dios nos pone a esperar.

Teresa de Jesús dijo: “Vivo sin vivir en mi, y tan alta vida espero, que muero porque no muero”

Si su vida se enfoca en el encuentro con Jesús, en verlo cara a cara cuando llegue su tiempo, su vida tendrá sentido.

 

2.- Los pilares de la vida cristina son “Fe, esperanza y amor”.

La esperanza es la espera en lo que Dios va a hacer en nuestras vidas, y en que el reino de Dios se va a establecer, y que Jesús va a venir.

Ponga sus ojos en Jesús y en su venida, le será mucho más fácil vivir la vida, y la vivirá más feliz.

 

3.- Hay gente que vive sin esperanza porque vive bien.- No tienen casi problemas, pero viven apartados de Dios, viven sin darse cuenta que se van a la perdición. Su espera es material, y todo acaba en la tumba.

Es por esto que a veces Dios permite tragedias y sufrimientos porque desgraciadamente el ser humano si no tiene problemas se olvida de Dios.

Gracias a los problemas mucha gente vuelve su rostro a Dios e inicia una vida de espera con esperanza.

 

4.- “Dadnos vuestro aceite” (V.8).- Las vírgenes llevaban lámparas, pero solo cinco tenían una vasija extra con aceite.

Como el novio se retrasa, se gasta su aceite, y cuando llega le piden aceite a las que no tienen, pero estas no le dan.

Lo de Dios es algo que tienes que tener tú.

La salvación, la unción, la consagración es propio y personal.

No es que fuesen egoístas, es que lo o tienes tú o lo de lo demás no nos vale.

Hay gente que quiere vivir de lo de los demás, se sustentan en la unción del pastor, en la dedicación de los evangelistas, en la fe del grupo de interseción, pero no logran nada ellos en sus vidas.

Viven de prestado, y esto es algo con poco recorrido.

Dios nos hizo un reino de sacerdotes que podemos entrar en el lugar santísimo y recibir lo de Dios.

Lo de Dios está disponible para usted, no viva de las limosnas de otros, hay un manantial de vida disponible.

Cuando venga Dios, solo valdrá lo que tenga usted.

Su maduración y sus conquistas en Dios son el soporte de su vida en el tiempo presente y en el venidero.

 

5.- Espera sin fecha (V.13).- “No sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”

No sabemos cuándo va a ser el momento de su venida, tenemos una espera sin fecha.

Lo que sí sabemos es que va a tardar, la venida del esposo se tardó.

A lo largo de la historia muchos han pronosticado la venida del Señor.

Algunos como los T.J. quizás sean los más famosos, ya que han dicho en varias ocasione que Jesús vendría y evidentemente se equivocaron.

Pero no son los únicos, mucha gente ha ido por ahí diciendo el día y la hora de la venida del Señor, y todos se equivocaron.

Los cristianos no sabemos cuándo va a venir el Señor, pero gracias a esta advertencia del Señor, si sabemos cuando no va a venir, y es cuando algún falso profeta diga que viene.

 

6.- “Señor, Señor” –“No os conozco”.- Se han hecho estadísticas en iglesia evangélicas a nivel mundial y sorprendentemente hay un porcentaje elevado de gente que se dice evangélica y que asiste a la iglesia y no está convertida.

Algunos son jóvenes que han crecido en la iglesia y nunca han tenido un encuentro genuino con Dios, y otros son personas que simplemente cambiaron de religión en vez de convertirse.

Dicen Señor, Señor, pero no han vivido bajo la autoridad de Dios, no han obedecido, ni han sido fieles, pero sus labios dicen Señor, y frases espirituales.

Los labios pueden decir muchas cosas, es más la boca suele en muchísimos casos decir cosas que no son.

Se puede decir Señor, y vivir sin obedecer a Dios. Esto es un auto-engaño.

Dios quiere que la iglesia obedezca y le sea fiel, no le importa tanto lo que diga.

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