Usted tiene el ADN de Dios.

“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. 5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. 7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. 8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba” (Hebreos 11:4-8).

 

En el siglo XIX en Austria, vivió Gregor Mendel, que es considerado el padre de la genética.

Experimentó con guisantes cruzando plantas con diferentes características y observó como se transmitían los rasgos a las siguientes generaciones.

En el año 1962 Watson, Crick y Maurice Wilkins recibieron el premio Nobel de medicina por el descubrimiento del ADN.

En el año 2003 se consigue la secuencia completa del Genoma humano.

Ahora podemos hacernos pruebas de ADN para conocer nuestros ancestros, identificar a un familiar gracias a pruebas de ADN, se hacen pruebas de paternidad, se descubren delitos, etc.

 

1.- El ADN se pasa de generación en generación.

Cada padre transmite a sus hijos su ADN, su herencia genética.

El hijo toma los rasgos de los padres, el color de piel, de pelo, de ojos, la altura, y muchas otras cosas que nuestros progenitores nos transmitieron.

Usted es como es, gracias a la transmisión de los genes de sus padres.

 

2.- Usted es hijo de Dios.

 Usted es hijo de sus padres, pero también es hijo de Dios.

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

El libro de Hebreos habla de muchos héroes de fe, Abel, Enoc, Noe y Abraham; además en el capítulo nos habla de: Sara, Jacob, José, Moisés, Rahab, Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas. Usted es el descendiente de estos héroes, usted tiene el ADN de Dios, usted es hijo de Dios.

Usted proviene de un linaje de campeones, tiene la genética de los héroes de la fe.

 

3.- Usted pertenece a la familia de Dios.

 “Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. 8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. 9 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham” (Gálatas 3:7-9).

Usted es hijo de Abraham por la fe, pertenece a la familia correcta, la familia de Dios, por tanto no piense que va a heredar las maldiciones de la familia humana en la que nació.

Si sus padres fueron alcohólicos, usted está libre de esa maldición.

Si sus padres eran adulteros, usted está libre de esa maldición, puede ser fiel.

El linaje espiritual es superior al linaje natural.

 

4.- Dios creó al ser humano aparte del mundo.

Dios hizo el mundo, y luego se detuvo para hacer el hombre.

Los animales y plantas fueron creados, Dios habló y fueron creados las plantas y los animales.

Sin embargo, no sopló sobre ninguno, solo cuando hizo el ser hombre fue que tuvo el soplo de Dios.

El viento, el Ruaj, vino del soplo de Dios.

Es interesante que en hebreo y en griego la palabra viento (Ruaj y neuma) es la misma que para espíritu.

Dios puso de su espíritu sobre nosotros, es más fue el espíritu el que nos hizo vivir.

Somos especiales, tenemos el espíritu de Dios.

 

5.- No se conforme.

Es fácil vivir en un mundo de 8.000.000 millones de personas pensando que uno es uno más del montón.

Pero Dios le creó para hacer cosas increíbles.

Dios le creó para hacer maravillas.

Dios le hizo para que fuera un héroe de fe, usted tiene que dejar huella en la tierra.

 

6.- El ADN indica nuestra familia.

Usted tiene el ADN de Dios, usted pertenece a la familia de Dios.

Usted no proviene de un linaje ordinario, usted viene de la larga lista de campeones y héroes de la fe

Moisés, Abraham, David, Pablo, Nehemías, etc. Son parte de su linaje.

 

7.- Calle a su pasado y a sus pensamientos.

A veces nos conformamos con la mediocridad, nos centramos en nuestros errores y defectos.

El pasado a veces, es una loza que no nos deja ver el potencial que tenemos.

Si sus pensamientos le dicen que usted no es linaje de Dios, rechácelos.

Repase el capítulo 11 de hebreos y compruebe la lista de héroes espirituales de los que desciende.

Dios le ha puesto en este planeta para que haga su obra.

 

8.- Gedeón.

 “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente” (Jueces 6:12).

Los madianitas superaban a los israelitas y Dios manda un ángel que le dice a Gedeón “varón esforzado y valiente”.

Se lo dice cuando aún no había hecho nada y se escondía por temor a los madianitas.

Dios le llama a usted de manera diferente en que le llaman otros, de manera diferente en que le llama su pasado, de manera diferente en que le llaman sus pensamientos.

Gedeón venía de una familia pobre, y así lo dijo, pero Dios le veía como rico, como hijo del rey.

Asegúrese de saber, quien es usted.

 

9.- Póngase de acuerdo con Dios.

Confiese quien es usted.

Crea que es lo que Dios dice que usted es.

 

10.- Usted es hijo de Dios, por tanto:

a.- Forma parte de la familia de Dios.

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19).

No importa cual fuera antes su familia, ahora usted está en la familia de Dios.

Usted tiene hermanos nuevos, pertenece a la iglesia de Dios.

 

b.- Es justificado.

 “Y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree” (Hechos 13:39).

No importa su vida anterior, no importan sus pecados pasados, por la fe usted ha sido justificado.

Un hijo puede hacer cosas terribles, pero un padre lo va a perdonar (parábola del hijo pródigo).

 

c.- Dios oye sus oraciones. 

 “Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal” (I Pedro 3:12).

Dios está atento a sus oraciones, cuando un hijo pide algo los padres buscan la manera de ayudarle, usted es hijo de Dios. Entre en la dimensión del espíritu y pida cosas a Dios.

Usted tiene una relación personal con Dios, una comunión especial con su padre.

 

d.- Tiene salvación eterna.

 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Dios le va a salvar, su fe le lleva a la salvación.

La experiencia que nos hace hijos, nos hace hijos no solo en la tierra, sino en la eternidad.

 

e.- Recibe el Espíritu Santo.

 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).

Cuando nos arrepentimos y nuestros pecados son perdonados somos hijos de Dios, y Él nos manda el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo dentro de usted, le capacita para vivir una vida santa, le consuela, y le guía a la verdad.

“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” Gálatas 4:6)

f.- Tiene propósito.

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13).

Sabe lo que tiene que hacer, Dios le ha dado una vida con sentido, con dirección, con propósito.

El Espíritu Santo va a guiarle, a conducirle en esta vida.

 

g.- Tienes herencia.

 “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29).

Dios nos va a dar la herencia que corresponde a sus hijos.

La herencia es en esta vida y en la venidera.

Va a ir al cielo, a estar con Dios por la eternidad, va a tener paz, va a tener gozo eterno, va a tener recompensas, va a tener coronas, va a estar en la presencia directa de Dios.

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