“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 10 Toma de los del cautiverio a Heldai, a Tobías y a Jedaías, los cuales volvieron de Babilonia; e irás tú en aquel día, y entrarás en casa de Josías hijo de Sofonías. 11 Tomarás, pues, plata y oro, y harás coronas, y las pondrás en la cabeza del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac. 12 Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová. 13 El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre ambos. 14 Las coronas servirán a Helem, a Tobías, a Jedaías y a Hen hijo de Sofonías, como memoria en el templo de Jehová. 15 Y los que están lejos vendrán y ayudarán a edificar el templo de Jehová, y conoceréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Y esto sucederá si oyereis obedientes la voz de Jehová vuestro Dios” (Zacarías 6:9-15).
Zacarías fue un profeta que desplegó su actividad profética hacia el 520 a. de C.
El Libro de Zacarías, pertenece a los Libros Proféticos, de los Profetas Menores.
Zacarías era joven cuando comenzó a profetizar, se calcula que tenía unos 17 años.
Una de las cosas importantes de este profeta es que gracias a sus profecías los judíos se animaron a reconstruir el templo de Jerusalén que estaba destruido.
En esta profecía vemos las siguientes cosas:
1.- El templo está destruido.
El pueblo de Dios ha sido llevado a Babilonia y el templo de Salomón ha sido destruido.
El templo de Salomón había estado 400 años funcionando hasta que los babilonios lo destruyeron.
Con la entrada de los persas en Babilonia los judíos fueron autorizados para volver a Israel.
Después de 70 años de cautiverio, el pueblo de Israel regresa.
2.- La adoración continua había sido frenada por 70 años.
No se podían ofrecer sacrificios, el pueblo en Israel había estado cautivo y la actividad en el templo parada.
Con el regreso, Zacarías y otros profetas, profetizan sobre la importancia de la reconstrucción del templo, y llegan a decir que es más importante que la reconstrucción de las casas.
“¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. 6 Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. 7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. 8 Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. 9 Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 10 Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. 11 Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos” (Hageo 1:4-11).
3.- El plan de Dios es restaurar la adoración continua.
Dios no quiere que paremos de adorar, Él anhela que su pueblo le adore.
En el Antiguo Testamento era un templo físico, en el Nuevo Testamento es en el templo de Dios.
“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (I Corintios 3:16).
Dios quiere que su pueblo entienda la importancia de la adoración continua.
En Israel Dios levantó profetas, ahora el Espíritu Santo que mora en ti te insta a adorar.
4.- Gobierno desde la adoración.
“Toma de los del cautiverio a Heldai, a Tobías y a Jedaías, los cuales volvieron de Babilonia; e irás tú en aquel día, y entrarás en casa de Josías hijo de Sofonías. Tomarás, pues, plata y oro, y harás coronas, y las pondrás en la cabeza del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac” (V.10-11).
Llegaron Heldai, Tobías y Jedaías desde Babilonia, y tenían metales preciosos, y el profeta dice que con ellos se harán coronas que se colocarán sobre la cabeza del sumo sacerdote Josué.
La adoración, la alabanza, la ministración a Dios ha de ser lo que gobierne a su pueblo.
El que adora es coronado con una corona de gobierno.
Lo material ha de ser destinado a lo de Dios. Tu casa, tu coche, tu tiempo, todo lo que posees tiene un destino glorioso, servir de plataforma de adoración a Dios.
5.- Renuevo.
“He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová” (V. 12).
“Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas nuevas le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! ….
…olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera” Antonio Machado
Renuevo es que lo que está aparentemente muerto de pronto vuelve a revivir.
“Cuando la oruga pensó que era su fin, se convirtió en mariposa”.
Tres cumplimientos de la profecía
6.- Primer cumplimiento.
En el sacerdote Josué que reedificó el templo.
“Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios” (Hageo 1:14).
Josué y el pueblo reedificaron el templo, la adoración fue restaurada.
7.- Segundo cumplimiento.
“Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú y tus amigos que se sientan delante de ti, porque son varones simbólicos. He aquí, yo traigo a mi siervo el Renuevo” (Zacarías 3:8).
Varones simbólicos, varones tipo, apuntaban a alguien que vendría que sería el auténtico renuevo de la adoración, nuestro Señor Jesucristo.
En Jesús se reedificó la comunión con Dios y nos hizo templos de Dios.
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 23:5).
“En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 33:15).
8.- Tercer cumplimiento.
En tu vida, esta profecía es para ti, tu tienes que renovar tu adoración a Dios, tienes que sacar lo de Dios que hay en ti y revivir el poder de Dios en tu vida.
El que adora recibe la corona de gobierno.
Dios oye a los que le adoran.