“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, 20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar” (Efesios 6:10-20)
Este párrafo hace referencias a las vestiduras que nosotros como cristianos hemos de llevar.
1.- Somos soldados.- No habla de las ropas de los senadores, ni de los turistas, ni de otro tipo de persona, sino que compara la vida cristiana con la de los soldados.
Dios nos ha llamado a pelear la batalla de la fe, como un soldado de Cristo.
Un cristiano que viene a la iglesia como espectador, que no se involucra, que tiene aficiones y gustos mayores que el servicio a Dios, no ha entendido que es un soldado.
El soldado tiene:
- Un jefe que obedecer.
- Una disciplina que vivir.
- Unas normas que acatar.
- Poner el logro de la misión por encima de su propia vida (consagración total).
Dios pone el ejemplo del soldado porque es quizás el oficio que exige mayor compromiso.
El cristiano ha de ser alguien comprometido.
2.- Nos ayuda a entender el Antiguo Testamento.- “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne”. (V.12)
Este texto es vital para entender el Antiguo Testamento, porque no podemos entenderlo literalmente, ya que el pueblo de Israel tenía que pelear contra otros pueblos de manera física, pero nosotros no tenemos que usar material bélico, sino que hemos de entender que de cada batalla del A.T. se desprenden lecciones espirituales para nosotros en el día de hoy.
3.- Principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales de maldad.- En Daniel vemos que aparece “el príncipe de Persia”,que es un espíritu que gobierna este país.
El reino de las tinieblas se organiza en diferentes niveles de autoridad donde el máximo poder lo tiene Satanás.
Allí todos obedecen al que tiene encima.
Por esto una iglesia sin disciplina no puede vencer a un ejército tan disciplinado como el de las tinieblas.
4.- Armadura de Dios.- DE DIOS, no nuestra.
No está hablando de habilidades que tengamos nosotros, ni de cosas que hemos de lograr, sino de armas que Dios nos da para pelear la buena batalla de la fe.
Por supuesto que hemos de hablar verdad, hacer justicia y las demás cosas, pero aquí no habla de esto.
5.- Cinto de la verdad.- Sorprendentemente empieza por el cinturón porque era muy importante en la vestidura militar de aquel entonces.
– Ceñía toda la ropa. No se puede ir a pelear con volantes que se enganchan en todas partes.
–Sujetaba la espada, protectores de los muslos y otros materiales.
– La coraza se fijaba en el cuello y en el cinto.
La VERDAD DE DIOS es la que sujeta el resto de las armas que Dios nos da.
La verdad de su realidad frena el resto de las mentiras que nos rodean, y hace efectiva el resto de las armas del cristiano.
6.- Coraza de justicia.- La coraza nos protege de las armas del enemigo dirigidas a las partes vitales del tronco humano (corazón, hígado, pulmones, etc.).
El ser humano busca protegerse con su justicia propia, trata de justificar lo que hace, darse explicaciones, y justificar sus malos actos.
Esta no es un arma de Dios, es un arma natural que todos los hombres tenemos.
Dios quiere que nos pongamos su justicia, la JUSTICIA DE DIOS, que:
- Reconoce el fallo humano.
- Nos perdona a pesar de nuestros pecados.
El diablo va a venir a acusarle, pero usted tiene la justicia de Dios sobre su vida, si:
- Reconoce su pecado.
- Pide perdón.
Usted será protegido de las mentiras acusatorias del enemigo.
7.- Calzados con el evangelio de la paz (V.15).- Los zapatos son importantes en todas las actividades de la vida.
Hay zapatos para todo: diferentes deportes, trabajadores, paseo, estar en casa, etc.
Cuando fui a hacer el servicio militar obligatorio antes de darme el armamento de dieron las botas.
El soldado romano tenía unos zapatos especiales con clavos en la suela que evitaban que se resbalara.
Los zapatos les ayudaban a avanzar más rápido y llegar más lejos.
Dios nos ha dado el EVANGELIO DE DIOS para salvación que pone paz entre Dios y el hombre y hemos de compartirlo con rapidez.
Todos han de conocer el evangelio de salvación de Dios que pone paz entre Dios y el hombre.
8.- El escudo de la fe.- El escudo romano era grande, cubría gran parte del cuerpo del soldado.
En la guerra no solo se peleaba cuerpo a cuerpo, sino que también se arrojaban flechas, y el escudo protegía a los soldados de esos dardos.
Dios nos da la fe para que cuando el diablo nos mande dardos de dudas, mentiras, temores, etc, el escudo de la FE DE DIOS los parará y no nos harán daños.
9.- El Yelmo de la salvación.- El evangelio no solo lo predicamos a otros, sino que también antes nos salvó a nosotros.
El yelmo es otra forma de decir casco militar, cubre la cabeza, los pensamientos.
No se nos olvide, pensemos continuamente en la gran SALVACION DE DIOS que hemos recibido.
Usted va a ir al cielo, Dios le salvó, usted tiene una gran salvación.
10.- La espada de la palabra.- Hasta ahora hemos hablado de armas protectoras o que sirven de soporte de otras.
Ahora habla del arma de ataque, la PALABRA DE DIOS.
Cuando el diablo nos ataque usemos el arma que Jesús usó en la tentación: “Escrito está”.
El diablo no puede soportar el poder de la palabra.
La palabra de Dios hizo los cielos y la tierra y ahora está a nuestra disposición para pelear la batalla.
Ármate con la Biblia, memorízala, proclámala, sumérgete en ella y tendrás el arma que el diablo no puede resistir.
11.- La oración.- No es parte de la armadura, pero forma parte del guerrero de Dios.
El guerrero de Dios tiene que orar.
No se puede vivir la vida cristiana sin orar, hemos de clamar a Dios y estar en comunión con Él.
Un guerrero de Dios tiene la armadura de Dios y ora.