Guerra espiritual

“Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e invadió a Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas. 2 Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su intención de combatir a Jerusalén , 3 Tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres valientes, para cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron. 4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan? 5 Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera: fortificó además a Milo en la ciudad de David, e hizo también muchas espadas y escudos. 6 Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: 7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 8 Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá. 9 Después de esto Senaquerib rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén para decir a Ezequías rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén : 10 Así ha dicho Senaquerib rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros al resistir el sitio en Jerusalén? 11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre, y a sed, al decir: Jehová nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria? 12 ¿No es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén : Delante de este solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso? 13 ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de esas tierras librar su tierra de mi mano? 14 ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mi mano? 15 Ahora, pues, no os engañe Ezequías, ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mi mano? 16 Y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías. 17 Además de esto escribió cartas en que blasfemaba contra Jehová el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo: Como los dioses de las naciones de los países no pudieron librar su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos. 18 Y clamaron a gran voz en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarles y atemorizarles, a fin de poder tomar la ciudad. 19 Y hablaron contra el Dios de Jerusalén , como contra los dioses de los pueblos de la tierra, que son obra de manos de hombres. 20 Mas el rey Ezequías, y el profeta Isaías hijo de Amoz, oraron por esto, y clamaron al cielo. 21 Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió por tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos. 22 Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo de todos lados. 23 Y muchos trajeron a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a Ezequías rey de Judá; y fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto” (II Crónicas 32:1-23).

 

Este pasaje nos muestra grandes cosas de la guerra espiritual en la que todos estamos involucrados cuando comenzamos a servir al Señor.

 

1.- Después de la fidelidad.

“Después de estas cosas y de esta fidelidad” (V.1).

Ezequías fue un rey excelente, hizo las cosas de la manera que Dios quería que se hicieran.

La Biblia lo define “E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre” (II Crónicas 29:2).

¿Cuáles son las cosas a las que se refiere?: restableció el culto en el templo, celebró la pascua y quitó todos los dioses paganos que había.

Esta es la definición de la actividad de la iglesia, tenemos que quitar los dioses paganos que hemos estado adorando durante nuestra vida pasada y restaurar la auténtica adoración a Dios.

 

2.- Vino el ataque.

Senaquerib era rey de Asiria, hijo de Sargón, y comenzó a invadir Judá para conquistarla.

Cuando restauramos la verdadera adoración, Satanás va a venir para conquistarte.

Se van a levantar Senaqueribs que van a querer quitarte lo que te pertenece, querrán que vuelvas a la vida que tenías antes.

 

3.- Ezequías protegió al pueblo.

Viendo que Senaquerib venía, Ezequías hizo todo lo posible para que el pueblo fuese protegido: cegaron aguas, edificó muros caídos, levantó torres, fortificó la ciudad e hizo espadas y escudos.

Ezequías fortaleció la ciudad e hizo todo lo que estaba en su mano para dificultar la invasión.

En la iglesia hemos de:

a.- Cegar aguas: evitar aquello que da vida al enemigo.

b.- Levantar muros caídos: lo que el diablo derribó, hemos de levantarlo.

c.- Levantar torres: estar vigilantes, velar.

d.- Fortificar ciudades: la palabra de Dios nos edifica y nos fortalece.

e.- Hacer espadas y escudos: capacitó a la gente para la batalla.

La iglesia ha de entender que Dios nos ha puesto para defender lo de Dios y que no debemos permitir que el diablo lo arrebate.

 

4.- Abrió los ojos de la fe.

Reunió a los capitanes y les dijo:

“Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 8 Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá” (V.7-8).

Dios está con nosotros, aunque el Senaquerib tenga mucho ejército, Dios está con nosotros.

a.- No temáis: Satanás va a hacer todo lo que está en su mano para meter miedo en tu corazón.

El miedo es una de las armas más poderosas del diablo.

Muchos cristianos han caído sin que pase nada, solo Satanás metió miedo dentro de ellos.

Una definición de temor es ver las situaciones y problemas mayores que nuestro Dios.

Fe es saber “con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas”.

Dios está contigo. Los problemas vendrán, pero Dios está contigo y vas a vencer.

 

5.- El pueblo creyó a Ezequías.

Hemos de ser un pueblo que cree lo que Dios dice y no lo que Satanás dice.

Los siervos de Dios proclamamos la palabra de Dios, pero eres tú el que tienes que creer.

Creer la palabra de Dios te hace fuerte en la guerra espiritual.

 

6.- El diablo atacará a tu pastor.

¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre, y a sed, al decir: Jehová nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria?” (V.11).

Va a atacar al que proclama la palabra de Dios para que no creas al Dios de la palabra.

Los pastores hemos de velar para ser ejemplo y evitar darles motivos reales al diablo, pero da igual, hagamos lo que hagamos el diablo va a atacar la autoridad en la iglesia.

 

7.- Adorar a Dios es atacar a Satanás.

“¿No es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: Delante de este solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso?” (V.12).

Ezequías quitó los falsos dioses y eliminó la idolatría levantando la adoración a Dios.

Esto fue la causa del ataque, el diablo no va a permitir que tú adores al Dios vivo, no le importa que adores ídolos, pero si adoras a Dios va a tomarse la cosa en serio.

Es un ataque personal, ya que detrás de los ídolos se hayan demonios de su ejército.

 

8.- Compara a Dios con los ídolos.

¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de esas tierras librar su tierra de mi mano? 14 ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mi mano? 15 Ahora, pues, no os engañe Ezequías, ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mi mano? (V.13-15).

“Ningún país me ha vencido, yo he conquistado todo lo que existe” argumenta.

El mundo entero es del maligno.

¿Nos desanimamos? O persistimos sabiendo que somos el remanente victorioso de Dios.

El diablo va a mostrarte un mundo sometido a él, una civilización donde las religiones le sirven y aceptan sus preceptos.

¿Lo oímos? O creemos que Dios es más poderoso que Satanás.

 

9.- Persiste en el miedo.

“Y clamaron a gran voz en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarles y atemorizarles, a fin de poder tomar la ciudad” (V.18).

El diablo siempre va a persistir en meterte miedo.

La gente llena de miedos son gente anuladas, inutilizadas.

Satanás quiere inutilizarte, no creas los miedos del diablo sabiendo que Dios va a hacer tremendas cosas.

“Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines del mar” (Salmo 65:1).

 

10.- El arma del guerrero de Dios: la oración.

“Mas el rey Ezequías, y el profeta Isaías hijo de Amoz, oraron por esto, y clamaron al cielo” (V.20).

Cuando vengan los ataques, cuando lleguen los miedos, ponte de rodilla y clama al Dios del cielo.

 

11.- El mover de Dios.

“Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió por tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos” (V.21).

La oración actuó sin que el pueblo de Dios tuviera que pelear.

Dios pelea por los que oran, Dios está en el trono y la oración cambia las cosas,

El diablo va a atacarnos, pero si confiamos en Dios y oramos veremos a Dios moverse.

 

12.- El postrer estado es mejor que el primero.

“Y muchos trajeron a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a Ezequías rey de Judá; y fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto”

Cuando vences, cuando crees, cuando peleas en fe, Dios va a recompensarte.

 

Resumen. 

Ezequías hizo las cosas bien y como consecuencia vino el ataque de los asirios, Dios permitió esto para que el pueblo de Dios no pensara que quitar los ídolos era cosa de Ezequías, sino que Dios estaba en el tema y quería poner su firma.

El ataque y la victoria vinieron como una confirmación de que Dios estaba con Ezequías.

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