El bautismo

 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:18-20).

 

Este pasaje es conocido por “la gran comisión”.

Desgraciadamente para algunos es “la gran omisión”, pero la iglesia del Señor ha de seguir las ordenanzas de nuestro Jesús.

 

1.- La autoridad de Jesús.

“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”

Filipenses 2:8-11.

El Padre la da al Hijo autoridad sobre el cielo y la tierra.

Jesús venció, y ahora tiene autoridad sobre lo espiritual y lo terrenal.

El encargado de realizar las cosas importantes ahora es Jesús.

La gran comisión no es invento de la iglesia, ni de los apóstoles, es un mandato directo de aquel que tiene la autoridad.

 

2.- Realizar la gran comisión es obedecer a Jesús.

La tarea que Jesús quería que hiciéramos está resumida en la gran comisión. Por eso realizarla es obedecer a nuestro Señor.

Una iglesia que tiene como visión principal realizar la gran comisión, es una iglesia que sigue las directrices de Jesús.

 

3.- Partes de la gran comisión.

a.- Ir.

b.- Hacer discípulos.

c.- Bautizarlos.

d.- Enseñarles.

 

4.- Ir.

La iglesia tiene que ir, tiene que salir, tiene que evangelizar.

Dentro del mandato de nuestro Dios está el compartir el evangelio con otros.

No podemos entender la vida cristiana sin compartir el evangelio, conversión y predicación van de la mano.

 

5.- Hacer discípulos.

La gente se convierte ¿Y ahora qué?

Hay que formarlos, discipularlos, la gente tiene que saber las cosas de Dios, de la iglesia y de la vida cristiana.

Una iglesia sana tiene que tener algún sistema de discipulado.

Se nota la diferencia entre una iglesia con discipulado a una iglesia sin discipulado.

 

6.- Bautizándolos.

El bautismo forma parte de las actividades de una iglesia que práctica la gran comisión.

En el bautismo de Jesús, Él estaba en el agua, el Padre habló y el Espíritu Santo descendió. De igual manera toda la trinidad está involucrada en el bautismo de los creyentes por eso se bautiza: “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

 

El bautismo es un pacto de obediencia.

El bautismo es un signo de pertenencia.

El bautismo es una declaración pública de fe.

 

7.- La iglesia ha de continuar enseñando.

“Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”.

La enseñanza no acaba con el bautismo, la iglesia ha de continuar enseñando.

La iglesia ha de tener un sistema de enseñanza que continúe en la formación de aquellos que se bautizaron.

La iglesia es la escuela del cristiano.

El bautismo no es el final, es el principio del camino cristiano.

 

8.- No estamos solos.

“He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”

Una iglesia que practica la gran comisión: Va, discipula, bautiza y enseña. Es una iglesia que tiene el apoyo de Dios y la presencia de Jesús está con ella todo el tiempo.

Es importante asegurarse que se vive la gran comisión, porque esta es la manera en que nos aseguramos el respaldo del Señor en la vida de la iglesia.

 

 

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