“Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. 11. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. 12. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos 4:9-13)
Todos los seres humanos buscamos reposo. Sin embargo estamos continuamente en guerra.
Aún los que buscan la guerra, anhelan tener un rato de reposo en la intimidad.
El reposo es un anhelo humano que se escapa de nuestras vidas con la más leve de las noticias.
La gente práctica yoga, meditación, lee libros de autoayuda, y todo lo que está en sus manos para lograr un reposo que se les escapa de sus vidas con el leve vuelo de una mosca.
¿Cómo encontrar el auténtico reposo?
1.- El reposo profundo del alma está relacionado con la obediencia a Dios.-
Sin obediencia no hay reposo.
Cuando el pueblo de Dios obedece a Dios tiene reposo, cuando desobedece tiene intranquilidad.
Siempre que tenemos que escoger entre obedecer o desobedecer estamos escogiendo entre tener paz y no tenerla.
Solo la obediencia a la palabra produce el reposo de Dios.
Es verdad que antes de obedecer se producen turbulencias, a veces auténticos terremotos, pero cuando se obedece viene la paz.
2.- Repose de sus obras.- “El que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas”
Dios trabajó seis días y descansó el séptimo, el lo hizo bien, no vale hacerlo al revés, descansar seis días y trabajar uno.
Dios actuó y reposó. Dios con su descanso el séptimo día nos enseño que nosotros también tenemos que descansar de nuestras obras.
El cristiano es alguien que reposa de sus obras porque hace las obras de Dios.
El pueblo de Dios es aquel que ha reposado de sus obras porque ya no hace sus deseos, ni tiene planes, es un pueblo que ha entendido que más importante que hacer sus obras es hacer las obras de Dios.
Es un pueblo con la voluntad sometida a Dios y con su propia voluntad crucificada a la cruz de Cristo.
Observe que cuando Dios reposa la creación sigue sola.
Cuando usted reposa de sus obras, el plan de Dios va a continuar solo en su vida.
No tenga planes, deje que sea Dios quien le ponga los planes que tiene que seguir.
No podemos hacer la obra de Dios si hacemos nuestras obras.
3.- No reposar es desobedecer.- “Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia”
Si usted no reposa de sus propias obras, y continua haciendo lo que usted piensa que debe hacer, usted está desobedeciendo.
Es desobediencia hacer tu voluntad.
Dios busca una iglesia que haga la voluntad del padre, no la suya propia.
No desobedezca sirviendo a Dios. No sea un desobediente que hace la obra de Dios.
Sea una persona que reposa de sus obras y deja que sea Dios quien dicte lo que hay que hacer.
Qué triste desobedecer y fracasar en la iglesia pensando que se están haciendo las cosas bien.
Dios busca a personas que adopten la voluntad de Dios como suya propia.
4.- La obediencia a la palabra es importante porque:
a.- Es viva.- La palabra escrita de Dios tiene vida, está vida. La Biblia no es un libro cualquiera. No es un libro del que se adquiere conocimientos solamente, es el libro por el que Dios habla.
La palabra de Dios hizo los cielos y la tierra, a través de la palabra de Dios llegó la vida a este planeta.
La palabra de Dios cambió nuestras vidas.
El poder de Dios da vida de Dios a través de su palabra.
La palabra hablada de Dios hoy en día sigue dando vida porque nos dirige en las cosas cotidianas y nos muestra que es exactamente lo que Dios quiere para nuestras vidas.
Lea la palabra de Dios y busque la dirección de Dios en oración de Dios y será un cristiano que disfruta de la vida de Dios.
b.- Eficaz.- La palabra de Dios no es un adorno. No es para tenerla en la librería o pasearla desde casa a la iglesia.
La palabra de Dios es eficaz porque produce efectos eficaces en los que la aman y obedecen.
c.- Es cortante.- Tiene vida pero corta. Corta lo que sobra, viene a cortar lo que no es nuestro, lo que nos está haciendo daño.
La palabra de Dios al igual que el bisturí da vida cuando retira la parte dañada del paciente.
Si usted no ha sido cortado por la palabra de Dios no ha recibido la vida de Dios.
d.- “Que toda espada de dos filos”.- Se refiere al “Gladius” espada de las legiones romanas.
e.- Penetra.- La finalidad de la palabra de Dios es llegar a lo más hondo del ser humano.
Dios no quiere dar un barniz superficial, Él quiere llegar a los más profundo, alcanzar lo que nadie puede alcanzar, Dios no se anda por las ramas, el quiere llegar a la raíz del hombre.
f.- Discierne.- La palabra griega es “Kritikos” que significa “apto para juzgar”.
De ahí viene la palabra criticar, porque el que critica está haciendo un juicio.
La palabra va a juzgar de forma efectiva lo que hacemos, nada juzga también como la palabra de Dios.
Todos tenemos opiniones, todos juzgamos, pero el único juicio que no lleva a error es el que la Biblia nos hace.
Las intenciones y pensamientos que tenemos son juzgados por la palabra de Dios.
5.- No hay cosa creada que no sea manifiesta.- La palabra de Dios creó el mundo, y la palabra de Dios sabe lo que hay en este mundo creado.
Todo está expuesto ante los ojos de Dios, Él lo sabe todo.
Todo lo creado, ahí se incluye también sus intenciones, sus deseos.
Las palabras a veces ocultan las verdaderas intenciones, podemos engañar con nuestras palabras, con las palabras se puede justificar el robo, el asesinato, el odio, todo puede justificarse con las palabras, pero solo sirven para engañar a otros hombres, Dios ve lo que hay dentro de cada ser humano.
6.- Tenemos que dar cuenta.- Vamos a ser juzgados por la palabra de Dios escrita, pero también vamos a ser juzgados por la palabra de Dios oída.
Dios nos va a pedir cuentas, porque al que mucho se le dio mucho se le demanda.
Usted es un privilegiado, usted ha tenido la bendición de recibir la mayor bendición del mundo que es conocer al hacedor de la vida, de los planetas y tener la revelación directa de lo que Él quiere para usted.
La gente no sabe qué hacer con sus vidas, no sabe lo que está bien o mal, y usted tiene el privilegio de tener a Dios dentro suyo que le dice cual es su voluntad para usted.
No lo desaproveche, no tire este privilegio a la basura. Disfrute de la dirección de Dios.
Después de la salvación, no hay cosa que produzca más beneficios a la vida del ser humano que conocer la voluntad de Dios para Él y obedecerla.
Que gozo ver como Dios actúa con usted, como Dios se mueve, como las cosas se hacen mientras usted reposa de sus obras.