Dele el control a Dios

“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” (Juan 6:38).

Padre al hijo:

– Hijo, ¿cuáles son tus metas en la vida?

  • Almorzar
  • No, a largo plazo.
  • Cenar

 

Todos tenemos metas, sueños, ilusiones, deseos de hacer cosas, de conquistar cosas, de llegar ciertos niveles.

Una vida sin metas, sin logros, es una vida insulsa.

Cuando no hay metas no se llega a ningún lado, es importante que fijemos metas en nuestras vidas.

 

1.- Dios cambia metas.

Sin embargo, cuando llegamos a Cristo nos encontramos con que hay un choque entre las metas que teníamos hasta ese momento y las metas que Dios nos pone ahora.

Dios viene a transformar nuestra vida, porque normalmente, las decisiones que se toman sin conocer a Dios son decisiones erróneas.

Siempre las metas de Dios son mejores que las nuestras.

 

2.- Dios no viene a fastidiar.

Dios no cambia metas pero no para molestar, sino para que mejoremos y hagamos las cosas mejor.

Las metas que hemos tenido han sido tomadas en base a los conocimientos que hemos obtenido hasta ese momento, pero cuando llegamos a Dios, recibimos revelación de lo alto y entendemos mejor lo que viene bien al ser humano.

Dios no viene a fastidiar, Él viene a mejorar.

Fabricante: El fabricante es el que mejor conoce el producto.

Dios le diseñó, le capacitó, para que usted realizara aquello para lo que antes de la fundación del mundo, Dios había pensado para usted.

Hay un plan glorioso de parte de Dios para su vida. Abrácelo.

 

3.- Si sus metas no se cumplen.

¿Qué hacer si nuestras metas no se cumplen? Disfrutar.

No siempre se realizan sus metas, no siempre se consigue lo que se desea, pero aún a pesar de esto usted puede disfrutar de la vida y de Dios.

No se acabó el mundo, si sus metas no se cumplen, posiblemente Dios tiene otras metas mejores.

Si sus metas no se hacen realidad, tranquilo, Dios le conoce a usted mejor de lo que se conoce usted, a usted mismo.

Si las cosas vienen mal, aunque no se haga lo que usted desea, con todo alabe a Dios.

Disfrute de Dios en todo momento, incluso cuando sus deseos no se hacen realidad.

De gracias a Dios, porque si no se hace lo que usted quiere es porque Dios tiene algo mejor.

 

4.- Jesús buscó las metas de Dios Padre.

“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”.

No se centró en que se hicieran sus deseos, sino que buscó los deseos del Padre.

No buscó sus metas, sino dejó que Dios las eligiera.

Jesús entregó el control de su vida al Padre.

Jesús sabía que la mejor decisión es no decidir, sino dejar que Dios decida por nosotros.

Jesús nos quiso dejar ejemplo de como hemos de tomar decisiones en nuestras vidas: dejando que sea Dios el que las tome.

 

5.- Abraham e Isaac.

Abraham quería un hijo y Dios le da a Isaac, todo estaba encauzado, de Isaac nacería un gran pueblo tal y como estaba profetizado.

“Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición” (Génesis 12:2).

De pronto Dios le pide a Abraham que le entregue a Isaac en sacrificio.

Abraham soltó el control de su vida y se lo entregó a Dios.

Abraham puso en el altar del sacrificio lo que más valoraba, por eso Dios le recompensó y apareció el carnero con los cuernos entrelazados en una rama.

Cuando usted suelta el control, está realizando una prueba de su confianza en Dios.

Cuando usted suelta el control, los milagros aparecen.

Cuando usted suelta el control, encauza su vida hacia lo mejor.

La provisión de Dios viene cuando usted suelta el control (Jehová Jireh).

 

6.- No es necesario que se haga su voluntad para ser feliz.

Suelte el control, déselo a Dios y comprobará esto.

Cuando suelta el control y lo pone en manos de Dios, Él va a actuar.

Ponga sus deseos y sus metas en el altar y Dios hará que sucedan cosas que usted no puede hacer.

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” Isaías 55:8-9).

No se empecine en su visión limitada, deje que Dios tome el control y alcance grandes metas.

 

7.- Dios va a actuar en “su” propósito.

“Jehová cumplirá su propósito en mí” (Salmo 138:8).

Dios va a actuar en “su” propósito, no en “tu” propósito.

“Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios” (I Corintios 3:6).

Dios da el crecimiento, Dios actúa cuando alguien abraza la voluntad de Dios.

En nuestra voluntad estaremos subiendo una montaña empinada, en la voluntad de Dios, Él va a sorprendernos haciendo cosas maravillosas.

Deje que Dios tome el control, y verá maravillas en su vida.

 

8.- Busque la voluntad de Dios y descanse.

 “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará” (Salmo 55:22).

A veces tomamos sobre nosotros responsabilidades excesivas, la vida, el éxito en la vida, es una responsabilidad muy grande que no debemos poner sobre nuestros hombros.

Las preocupaciones atan las manos de Dios, porque detrás de las preocupaciones hay incredulidad.

Manténgase en paz, Dios no le manda que lo controle todo, sino que descanse y deje que sea Dios el que lo controle.

Cuando suelte el control verá cosas maravillosas en su vida.

José fue traicionado, fue vendido, fue difamado, llegó a la cárcel, pero él continuó confiando en Dios y por tanto Dios le puso como primer ministro de Egipto.

Aún en las múltiples tragedias, Dios estaba al control de la vida de José.

 

9.- Quejarse no vale.

Quejarse del calor de Sevilla no baja la temperatura, pero puede dar gracias a Dios.

Usted no puede evitar los atascos, pero puede alabar a Dios en medio de ellos.

Usted no puede controlar lo que otros hacen, pero si decide lo que usted piensa.

La vida es un 10% lo que ocurre y un 90 % como respondemos.

“Las cosas no son lo que son, son como somos”.

Mire la belleza de la creación.

Cada día es un regalo de Dios, cuando este día pase nunca podrá recuperarlo.

Deje que Dios tome el control, y no se queje.

 

10.- La voluntad de Dios es lo mejor.

“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”

Jesús lo sabía y quería enseñárnoslo a nosotros.

Nos dijo que teníamos que orar en esta dirección.

Nos mandó que oráramos que el control de nuestra vida lo cediéramos a Dios.

Pedirle a Dios que se haga su voluntad en la tierra es decirle que le cedemos el control a Dios, que dejemos que él nos ponga las metas en nuestras vidas.

Ore: Señor toma el control de mi vida, ore: Hágase tu voluntad.

 

11.- Grandes hombres tomaron grandes decisiones y se equivocaron.

No son tus habilidades, Dios conoce el futuro.

Nosotros nos equivocamos, Dios no.

Deje que Él decida, no se equivocará.

Efim Gerasemovitch Klubniken: Profetizó una tragedia, dijo que la gente huyera a América, algunos obedecieron, al poco tiempo llegó el genocidio armenio (1915-1923), algunos de los que huyeron fueron los padres de Demos Shakarian (hombres de negocio del evangelio completo).

Los planes de Dios son mejores que los de los hombres.

 

 

 

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