El ambiente

“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad 9 lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros” (Filipenses 4:4-8).

 

Libro “El líder que Dios quiere que seas” a partir de la página 269.

Todos tenemos un ambiente que nos rodea.

No me refiero ni al clima ni a la ecología, sino al ambiente social, espiritual y cultural en el cual nos movemos.

Este ambiente tiene mucho que ver con nosotros mismos ya que está compuesto de nuestros pensamientos, nuestras actitudes, nuestros sentimientos, lo que vemos y lo que escuchamos.

Algunos se llenan de tantas cosas negativas que se vuelven negativos.

 

“No quiero ser un producto de mi ambiente, quiero que el ambiente sea un producto mío”. 

Película “Infiltrados” de Martin Scorsese.

 

Este pasaje nos da varias claves para tener un buen ambiente:

 

1.- Regocijarnos.

“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (V.4).

Pablo escribió esta epístola en una cárcel inmunda romana, las ratas y las cucarachas pasaban por su lado, la comida era repugnante, el olor terrible (las cloacas de Roma corrían por allí), las cadenas aprisionaban sus brazos y pies, sin embargo, dice que nos regocijemos.

El gozo no depende de las circunstancias, depende de la actitud del corazón.

Alabe a Dios sin importar por lo que esté pasando.

Hay un poder en la alabanza.

El cristiano que alaba desata bendición a su vida, y sobre todo protege su mente de crear un mal ambiente.

Quéjese y se hundirán usted y los que lo oyen, regocíjese y usted y los que le rodean se gozarán.

Cree un buen ambiente con su regocijo en el Señor.

 

2.- Sea amable.

“Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres” (V.5).

Hay personas que quieren que la gente le trate bien, pero ellos tratan mal a los demás.

No funciona de esta manera, usted tiene que ser amable si quiere recibir amabilidad.

Sea gentil y creará un buen ambiente en un lugar hostil.

Trate con educación a las personas, dígales lo que hacen bien, no sea ligero en censurar lo que se hace mal, muérdase la lengua, dese tiempo para hablar. Callar también es ser gentil.

 

“De todos los hombres” de los que de verdad merece la pena serles gentiles y de los que le cuesta más trabajo.

Me he encontrado a personas difíciles de tratar, algunos eran pastores, y a pesar de lo incómodo del asunto trataba de ser gentil, me callaba cuando hacían cosas que no me gustaba, con el tiempo y paciencia muchos han acabado respondiéndome con gentileza.

Desgraciadamente no todos, pero aquí no habla de lo que otros hacen, sino de lo que usted debe hacer.

No dé el “mando a distancia” de tus emociones a la gente: “Yo no quería hacerlo, pero me dijo y salté”, “estaba tranquilo, pero hizo eso y yo…” Si usted salta cuando alguien le dice o hace algo, usted es su esclavo.

Cree un buen ambiente, sea gentil con todos.

 

3.- Descanse en Dios.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (V.6).

Somos fáciles de asustar, cualquier doctor nos dice algo serio y nos venimos abajo, el trabajo que tenemos puede peligrar, o cualquier otra cosa negativa hace que nos vengamos abajo.

Las noticias pueden desanimarnos.

Cuando las cosas se pongan feas, no enturbie su ambiente, no manche el ambiente hablando sus temores y miedos. El miedo es contagioso, no lo transmita.

Si le dan malas noticias, tenga fe en que Dios está con usted y que le va a apoyar.

Vaya al lugar secreto, exponga su situación, dé gracias y descanse.

Ya Dios lo sabe, su oración está delante del trono, Él puede convertir la mayor desgracia en la mayor victoria.

Haciendo esto estará creando un buen ambiente, de la comunión con Dios se sale gozoso y en paz, usted estará tranquilo y los demás lo verán.

Mantenga su ambiente lleno de fe, de esperanza, de alabanza y de victoria.

Usted tiene el poder de gobernar lo que entra en su vida.

 

4.- Cuide su mente.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (V.8).

Las ideas tienen poder, se pueden mover naciones introduciendo ideas.

Los mayores discursos de odio no lo dan los ciudadanos, son los políticos atacándose los unos a los otros para crear confrontación, de la cual ellos son beneficiados. El odio al rival moviliza al votante.

Cuide su mente, no deje que le envuelvan pensamientos que no son de bendición.

“En una ocasión leí de un cuidador de serpientes, que dormía con una enorme pitón de varios metros de largo y muchos kilos de peso, tristemente un día acabó en el estómago del reptil”.

Si no cuida su mente acabará devorado por aquellos pensamientos que usted piensa que son inocuos.

Lutero dijo: “No puedes impedir que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero si puedes evitar que aniden en ella”.

Cuando algo venga a envenenar su mente ha de pararlo y cerrarle la puerta.

Usted no es un basurero para oír basuras.

Usted no puede controlar lo que la gente dice o hace, pero si puede controlar sus pensamientos.

 

5.- Busque modelos a los que imitar.

“Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros” (V.9).

Todos aprendemos por imitación, repetimos las cosas que vemos que hacen otros.

El niño imita a los padres, los adolescentes a los compañeros y a los famosos, y a lo largo de la vida continuamos imitando, ya que uno de los pilares más importante del aprendizaje es la imitación.

Cuide la gente con la que se junta: “El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado” (Proverbios 13:20).

Para entender mejor este versículo, será importante que veamos los sinónimos de quebrantado: “Roto, partido, fracturado, debilitado, afligido, deshecho, destrozado”.

Creo que ninguna persona inteligente desea estas cosas para su vida.

“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25).

Hay una frase del poeta inglés William Blake que ilustra muy bien este concepto:Nunca perdió más tiempo el águila que cuando escuchó los consejos del cuervo”.

Eres águila, no escuches a los cuervos, Dios tiene grandes cosas para tu vida.

 

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