Eliseo y Joas

“Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! 15 Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas. 16 Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey, 17 y dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos. 18 Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. 19 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria” (II Reyes 13:14-19).

 

Eliseo, sucesor de Elías, era un profeta que había realizado numerosos milagros y guiado al pueblo de Israel. Sin embargo, su ministerio se desarrolló en un contexto de apostasía.

 

Joás, era rey de Judá, en ese momento, que, a pesar de su respeto por Eliseo, no logró cambiar la decadencia, ya que empezó bien, pero al final permitió la adoración en los lugares altos. Empezó bien, pero acabó mal.

 

En estos momentos la situación era complicada, los sirios amenazaban con atacar.

El pecado hizo que Dios levantara su mano de protección.

 

1.- Estaba Eliseo enfermo.

“Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió” (V.1).

Eliseo se encontraba mal físicamente, estaba con una enfermedad que le llevó a la muerte.

A pesar de su enfermedad terminal hizo su trabajo como profeta.

Hasta que no mueres, siempre hay algo que hacer.

El siervo de Dios, no se deja llevar por su situación, sino que sirve a Dios a pesar de su situación.

He visto a hermanos enfermos sirviendo a Dios y predicando el evangelio, a ancianos de más de 80 años dando testimonios.

  1. Carlos Shiffer con más de 80 años iba a la cárcel a evangelizar, los reclusos le respetaban y le decían “el abuelo”.

 

2.- Repetición de frase.

“¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!” (V.14).

Cuando Eliseo ve partir a Elías en el carro de fuego dice esta frase, lo dice como señal de asombro a la vez que de tristeza porque Elías se iba. Esto viene en II Reyes 2:12.

Parece que esta frase se hizo famosa en Israel, o al menos Joás la conocía y la repite, con esto le reconoce como “padre”, autoridad espiritual y con tristeza, lo dice llorando, porque ve que Eliseo también está partiendo.

Joás se identifica con Eliseo en el reconocimiento de la autoridad que Eliseo vio en Elías.

Con esto le dice: “igual que Elías fue para ti un referente, tú lo eres para mí”.

Joás se identifica con Eliseo en el reconocimiento de la autoridad, sin embargo, había una diferencia, Eliseo sirvió a Dios, y Joás no lo hizo.

Uno puede reconocer autoridad y no someterse a Dios.

 

3.- Toma el arco y unas saetas.

El profeta al verlo llorar, le dice “toma el arco y unas saetas”, en otras palabras, deja de llorar, madura, hay que hacer la obra de Dios. Hay momentos para llorar y momentos para actuar, no los cambiemos.

Las cosas difíciles no deben pararnos, no debemos venirnos abajo cuando vemos cosas y situaciones difíciles.

Levántese y tome el arco y las saetas.

 

4.- Otra oportunidad.

El profeta, tras oír las palabras entiende que aún ha de darle una oportunidad.

A pesar de sus últimos desastrosos años, el hecho de ir al profeta pidiendo ayuda, le abre una puerta de bendición a Joás.

Siempre hay una puerta que puedes llamar, a pesar de los errores, incluso si se ha apartado de los caminos de Dios, vaya a la casa de Dios, habla con los pastores, pídales ayuda, y tenga por seguro que Dios abrirá para usted una puerta.

Humillarse pidiendo ayuda es algo que pocos hacen, la vergüenza les puede.

La vergüenza, eso que parece humildad, en realidad es orgullo, es otra manifestación del orgullo, quizás menos agresiva que la de llevar la cabeza alta y ser altivo, pero también es orgullo “soy tan importante, me considero tan superior, que no voy a ir a pedir ayuda, no voy a reconocer que me he equivocado”.

Joás sin embargo lo hizo, esto era algo a favor de Joás.

 

5.- Abre la ventana.

“Abre la ventana que da al oriente”.

En aquel entonces Siria, el imperio Sirio, se encontraba al oriente de Israel, por eso ha de hacerlo en esa dirección.

Era una manera de abrir la visión, el profeta le dice al rey que mire en la dirección correcta, en la dirección donde se encuentra el enemigo.

Es importante que abramos la ventana y tengamos la visión correcta.

“Donde no hay visión, el pueblo se extravía” (proverbios 29:18), (NVI).

Es importante que tengamos visión, la visión correcta.

 

6.- ¿Qué es una visión?

“La visión es un retrato del futuro que produce pasión en las personas” (Bill Hybels).

La visión ha movido a las personas a lo largo de la historia.

La Biblia está llena de personas con visión.

El pueblo de Israel tenía la visión de conquistar la tierra que fluye leche y miel, por eso vinieron a la tierra prometida tan convencidos que no les importaba perder la vida en el intento.

La generación de Josué no lo creyó y por eso tuvieron que dar vueltas por el desierto.

Nehemías tuvo la visión de levantar los muros caídos de Israel.

Jesús tenía una visión “El cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2). Verte salvo, ese era su gozo.

Necesitamos tener una visión tan importante que merezca la pena vivir por ella, y si hace falta, morir.

 

7.- ¿Cuál es la visión de la iglesia?

La visión es la idea principal, pero esta se resume en sus metas.

Cuando se tiene una visión, hay que planificar metas para alcanzarla.

Hay una meta que Dios tiene para la iglesia ¿Cuál es la meta de Dios para su iglesia?

Cada iglesia tiene una visión, algo a lo que Dios le lleva, pero todas las iglesias tienen una visión común, la visión principal de Dios para su iglesia.

 

¿La meta de la iglesia es tener un buen grupo de Alabanza? No, es una meta secundaria.

¿Unas buenas predicaciones? No, es una meta secundaria.

¿Un local grande? No, es una meta secundaria.

¿Un buen equipo de consejería? No, es una meta secundaria.

¿Un buen discipulado? No, es una meta secundaria.

¿Un buen equipo de diáconos? No, es una meta secundaria.

¿Una buena obra social? ¿Una ONG? No, es una meta secundaria.

¿Un buen grupo de danza? No, es una meta secundaria.

¿Buenos audiovisuales? No, es una meta secundaria.

¿Buen sonido? No, es una meta secundaria.

¿Buen grupo de jóvenes? No, es una meta secundaria.

¿Ser amigos y tener comunión los unos con los otros? No, es una meta secundaria.

 

¿Entonces cuál es la meta de la iglesia?: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos” (Apocalipsis 7:9).

La meta de la iglesia es llenar el cielo de gente.

Cine vida, salidas a la calle, campañas, radio, redes sociales y sobre todo predicación en movimiento.

 

8.- La vida en lo secreto impacta en el mundo.

Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. 19 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria” (V.18-19).

No se puede estar desganado, sin motivación, sin constancia, haciendo las cosas por compromiso, y luego impactar al mundo, conquistar cosas y gentes para Dios.

Lo que haces en lo privado, tu vida de comunión con Dios va a producir el fruto que vas a llevar fuera.

 

9.- Todos somos importantes.

Joás venía a que el profeta con una varita mágica lo resolviera todo, pero él no aportaba nada.

Dios quiere que todos pongamos de nuestra parte, Dios no quiere que usted dependa de lo que otros hagan.

Los ministerios tenemos mucho que hacer, pero usted también, usted también tiene que ejercer fe.      

Tenga una vida profunda de comunión con Dios, golpee fuertemente las flechas.

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