La viuda y el juez injusto

“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:1-8).

 

Quizás este sea el texto del que más he predicado a lo largo de mi vida, la última vez fue hace cuatro años, más exactamente el 6/5/2018.

Muchas veces al orar, Dios trae a mi corazón la frase “Hazme justicia de mi adversario” y acaba convirtiéndose en una oración que hago con muchísima frecuencia.

Así que se ha convertido en uno de mis versículos favoritos.

Hay algunas cosas que hoy vamos a ver:

 

1.- “Necesidad de orar siempre”.

Orar es una necesidad que no podemos evitar.

Todo cristiano, sí o sí, tiene la necesidad de orar.

Si usted no tiene necesidad de orar tiene que convertirse.

La oración es como la respiración, si no lo hace se muere.

Deje de orar y en poco tiempo estará siendo un mundano más.

La relación con Dios se establece por su palabra y por la oración.

Por eso dice “orar siempre” porque siempre tenemos esta necesidad.

 

2.- “No desmayar”.

No cansarse ¿Cómo es eso?

Entre la oración y la respuesta hay un periodo de tiempo por medio.

Oro, pasa un tiempo y luego Dios responde.

Este periodo de tiempo entre la oración y la respuesta, nos hace sentir sin nada, solo tenemos la fe.

La fe está activa cuando se ha pedido algo y aún Dios no ha respondido.

La fe es “la certeza de lo que se espera”, es lo que nos ayuda a no desmayar.

Hemos orado, sabemos que Dios nos va a contestar, la fe nos mantiene en esa convicción.

 

3.- El ejemplo de Jesús.

Utiliza la parábola de una viuda que pide a un juez injusto, y que es están pesada que por su pesadez el juez le da lo que pide.

 

4.- “Ni temía a Dios, ni respetaba a hombre”.

Esto es una tónica general: pierde el temor a Dios y perderás el respeto a los hombres.

Quita a Dios de la sociedad y la gente se volverá cada vez menos respetuosa.

Han quitado a Dios de la política, de las escuelas, de los medios de comunicación y cada vez hay más falta de respeto a la gente.

El temor de Dios se ha perdido y la convivencia ha empeorado, una cosa produce la otra.

 

5.- “Hazme justicia de mi adversario”.

a.- Satanás es el enemigo del cristiano y va a atacarnos.

Has de ser consciente de que estamos en guerra, somos parte del ejército de Dios y Satanás va a venir a luchar contra nosotros.

Charles Boudelaire dijo: “El mayor truco del diablo es hacernos creer que no existe”.

También dijo: “Si la religión desapareciera de este mundo, volveríamos a encontrarla en el corazón del ateo”.

Parece que de vez en cuando este hombre tenía cierta revelación de lo de Dios.

Nunca se es más vulnerable al ataque del enemigo que cuando se ignora su existencia.

 

b.- “Hazme justicia”.

Tenemos un adversario, pero no tenemos la capacidad de vencerlo por nosotros mismos.

Nadie puede vencer a Satanás, el ser humano no tiene ese poder.

Jesús lo venció en la cruz y Jesús es el vencedor. Por eso Satanás es un enemigo vencido, pero no por ti, sino por Jesús.

“Cristo en mí la esperanza de gloria” la gloria, el poder, no está en ti, está en el Jesús que vive dentro de ti.

“Si Dios es con nosotros ¿Quién contra nosotros?” (Romanos 8:21).

Dios vence y entrando en ti, te hace vencedor.

 

6.- Un juez injusto actúa ¡!Cuanto más hará el justo!!

Diferencias:

– La viuda era ajena al juez, tú eres su hijo.

– El juez mantenía la distancia, Dios está en nosotros.

-El juez era injusto, Dios es justo.

– Ella no tenía nadie que la defendiera, nosotros tenemos a Jesús como abogado.

– Ella no tenía promesa de ser ayudada, nosotros tenemos un libro lleno de promesas.

– Ella podía acudir solo ciertas horas, nosotros de día y de noche.

– La importunidad desagradaba al juez, a Dios le encanta oírnos.

 

7.- “Cuando venga el Hijo del Hombre”.

Jesús va a regresar, la primera venida no fue definitiva, esperamos la segunda venida para que Él establezca su Reino en la tierra.

 

8.- “¿Hallará fe en la tierra?”.

El mundo va camino a la destrucción ética.

Ya la Biblia nos profetiza como será un mundo lejos de Dios.

 “En los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (II Timoteo 3:1-5).

Solo encontrará la fe de una iglesia fiel que espera su venida.

Dios nos llama a que nosotros seamos esa iglesia, que pertenezcamos a ese remanente.

Para ser ese remanente precisamos.

 

 

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