Mardoqueo y Ester

“Había en Susa residencia real un varón judío cuyo nombre era Mardoqueo hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, del linaje de Benjamín; 6 el cual había sido transportado de Jerusalén con los cautivos que fueron llevados con Jeconías rey de Judá, a quien hizo transportar Nabucodonosor rey de Babilonia. 7 Y había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque era húerfana; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija suya” (Ester 2:5-7).

 

Mardoqueo fue un personaje muy especial, aparece en el libro de Ester y vemos en él y en Ester, cosas ya actitudes dignas de imitar y aprender.

Los hechos que vamos a leer ocurrieron en el siglo quinto antes de Cristo.

Después de la deportación a Babilonia de los judíos a manos de Nabucodonosor, Babilonia es invadida por los persas.

Algunos judíos regresan a Israel, podemos verlo en los libros de Nehemías y de Esdras.

Sin embargo, otros se habían establecido en aquellas tierras y se quedaron allí bajo la autoridad de los persas.

 

1.- Mantienen su religión.

A pesar de haber sido exilado y a pesar de llevar muchísimo tiempo en las tierras del exilio, los judíos fieles siguen con su religión.

No importa donde estés, no importa si has cruzado el océano, has de seguir sirviendo al Dios que te salvó.

He conocido a gente que eran fieles en su tierra y luego se desviaron tras emigrar.

A Mardoqueo y Ester no les ocurrió, ellos eran fieles sin importar ni donde ni en qué situación se encontraban.

 

2.- Atendió la necesidad.

Habían sido deportados y su prima se había quedado huérfana, Mardoqueo la adoptó.

Conozco a padres que no atienden a sus hijos, a madres que se van de la casa y dejan al marido con los niños.

Mardoqueo no era así, era responsable incluso con la hija de su tio, no dejó que le pasara alguna desgracia porque él la protegería.

Atendamos a los necesitados, no miremos para otro lado.

Si se presenta la ocasión, demuestra quién eres.

 

3.- Nombres.

“Mardoqueo” significa “siervo de Marduk” y “Ester” es el nombre de la diosa babilónica “Isthar”.

Llevaban nombres de la zona y en concreto de ídolos del lugar.

Posiblemente les fueron impuestos, igual que el tuyo, te lo pusieron tus padres sin preguntarte.

No te preocupes por tu nombre, llevarlo no es ninguna maldición para tu vida.

Sirve a Dios y que no te influya el nombre que te pusieron.

Ester y Mardoqueo dieron sentido a sus nombres con sus vidas.

 

4.- “Fue llevada”.

“Sucedió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento y decreto del rey, y habían reunido a muchas doncellas en Susa residencia real, a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai guarda de las mujeres” (Ester 2:8).

Ester no fue voluntariamente a la corte del rey, fue llevada de manera obligatoria junto con otras muchachas.

Por esto este pasaje no justifica los concursos de belleza.

Desgraciadamente a veces somos llevados por voluntades extrañas a lugares que no queremos ir.

Sirvamos a Dios a pesar de las situaciones negativas y de la presión de hombres, en algunos casos hay hijos del diablo que juegan con nosotros sin importarles nada nuestras vidas.

 

5.- Mardoqueo se preocupaba de Ester.

“Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, para saber cómo le iba a Ester, y cómo la trataban” (Ester 2:11).

Ester había sido llevada a la fuerza, pero Mardoqueo “cada día” iba a ver como seguía.

Dios quiere que nos ocupemos los unos de los otros.

 

6.- Educar y obedecer.

“Y Ester, según le había mandado Mardoqueo, no había declarado su nación ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando él la educaba” (V.2:20).

Mardoqueo instruía a Ester y ella obedecía.

La iglesia ha de enseñar, los pastores hemos de enseñar y una iglesia que prospera es aquella en la que la gente obedece.

Este es el principio del éxito en el reino de Dios.

Padres, eduquen a sus hijos cuando son pequeños y evitarán problemas cuando sean mayores.

Hijos obedezcan a los padres y gobernaréis en vuestras vidas y Dios os bendecirá.

Ester acabó siendo reina del reino persa, hay reinos que Dios quiere entregarte si obedeces.

 

7.- Mardoqueo fue fiel a Dios.

“Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban y se inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba” (Ester 3:2).

Mardoqueo no tenía nada en contra de Amán, pero entendía que solo debía postrarse ante Dios, por eso no se postraba ante ese hombre.

 

8.- No ocultó su fe.

“Aconteció que hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos él, lo denunciaron a Amán, para ver si Mardoqueo se mantendría firme en su dicho; porque ya él les había declarado que era judío” (Ester 3:4).

Mardoqueo le dijo a Ester que no dijera que era judía, pero él no lo ocultó.

Protegió la vida de Ester, pero él se expuso.

Hay gente que no está preparada para situaciones complicadas y hemos de entenderlo.

Hay personas frágiles y no hemos de ponerlas en situaciones críticas.

Sé estricto contigo mismo y blando con los demás.

El orgulloso exige a otros que hagan lo que ellos hacen, y a veces la gente no puede seguirte.

El impío es duro con los demás, pero quiere que se tenga misericordia de él.

“Son duros con los débiles y débil con los fuertes”.

El misericordioso tiene en consideración a los demás y los cuida.

 

9.- La fidelidad enfada al impío.

“Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira” (Ester 3:5).

Tu fidelidad a Dios puede enfadar a los impíos.

Amán era importante, el rey lo tenía en consideración y organizó no solo una persecución contra Mardoqueo, sino también contra todos los judíos.

 “Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir.9 Si place al rey, decrete que sean destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de plata a los que manejan la hacienda, para que sean traídos a los tesoros del rey” (Ester 3:8-9).

En otras palabras: “mata a los judíos y quédate con sus posesiones”.

Esto ha sido repetido otras veces a lo largo de la historia, matar y robar. (España, Alemania).

El diablo quiere matarte y robarte lo que tienes.

 

10.- Vivir al margen de la realidad.

“Y salieron los correos prontamente por mandato del rey, y el edicto fue dado en Susa capital del reino. Y el rey y Amán se sentaron a beber; pero la ciudad de Susa estaba conmovida” (Ester 3:15).

A veces el poder aísla a la gente y dejan de entender el sufrimiento de los demás.

 

11.- Contraataque.

“Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca” (Ester 4:16).

Ester dirigida por Mardoqueo decide contraatacar.

No va a quedarse quieta, su pueblo corre peligro, es momento de orar y ayunar.

Cuando las cosas se complican hace falta valor, oración y ayuno.

 

12.- Dios despierta al rey.

“Aquella misma noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias y crónicas, y que las leyeran en su presencia. 2 Entonces hallaron escrito que Mardoqueo había denunciado el complot de Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, que habían procurado poner mano en el rey Asuero” (Ester 6:1-2).

Si oras y ayunas Dios va a moverse de forma extraordinaria.

Nadie contaba con que Dios despertaría al rey, pero Dios le mando insomnio y le recordó los buenos actos de Mardoqueo en el pasado.

 

13.- Dios honró a Mardoqueo.

 “El mismo día, el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le declaró lo que él era respecto de ella. 2 Y se quitó el rey el anillo que recogió de Amán, y lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán” (Ester 8:1-2).

Sé fiel a Dios, pelea la batalla y la honra te acabará llegando.

El rey incluso actuó en contra del decreto que había dado y que era irrevocable.

“Que el rey daba facultad a los judíos que estaban en todas las ciudades, para que se reuniesen y estuviesen a la defensa de su vida, prontos a destruir, y matar, y acabar con toda fuerza armada del pueblo o provincia que viniese contra ellos, y aun sus niños y mujeres, y apoderarse de sus bienes” (Ester 8:11).

Veamos como continúa horrándole.

 “Y salió Mardoqueo de delante del rey con vestido real de azul y blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura. La ciudad de Susa entonces se alegró y regocijó; 16 y los judíos tuvieron luz y alegría, y gozo y honra. 17 Y en cada provincia y en cada ciudad donde llegó el mandamiento del rey, los judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hacían judíos, porque el temor de los judíos había caído sobre ellos” (Esdras 8:15-17).

 

14.- Poder para servir.

 “Porque Mardoqueo el judío fue el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos, porque procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para todo su linaje” (Ester 10:3).

Ya tenía poder, pero no era como Amán, no usaba el poder para levantarse a él mismo, sino para servir.

No para aprovecharse personalmente, sino para ayudar a otros.

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