Sublime despedida

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“Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros. 12 Saludaos unos a otros con ósculo santo. 13 Todos los santos os saludan. 14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” (II Corintios 13:11-14).

 

Pablo acaba la segunda epístola a los corintios con esta despedida.

Pocas despedidas pueden tener tanto recogido en ellas.

Tiene tres partes: 1.- Cinco consejos beneficiosos 2.- Importancia del saludo 3.- Proclamación de la importancia de la trinidad de manera práctica en nuestras vidas. Hace descender la teología a la práctica diaria.

Los cinco consejos son consejos-órdenes. Son consejos porque nos ayudan, y son órdenes porque están en imperativo.

1.- Tener gozo.

El primer consejo que da es que tengamos gozo.

El gozo viene de ver a Dios por encima de los problemas.

El gozo viene de “dar gracias en todo”.

El gozo viene cuando alabamos y no nos quejamos.

El gozo viene cuando perseveramos en Dios.

El gozo no es algo etéreo que viene y se va sin que nosotros hagamos nada, el gozo es el resultado de una actitud.

Cuando andamos en Dios el Espíritu Santo se manifiesta a través del gozo en nuestras vidas.

Cuando Pablo nos dice que tengamos gozo nos está diciendo que perseveremos en los caminos de Dios para que el gozo de Dios venga a llenarnos.

 

2.- Perfeccionaos.

El segundo consejo es que nos perfeccionemos.

Llegamos a la iglesia estropeados y no podemos quedarnos tal como estamos, Dios quiere que nos perfeccionemos.

El camino cristiano es un continuo dejar lo que estorba para tomar lo que nos bendice.

Hay mucho que estorba en tu vida, necesitas soltarlo y hay mucho que tiene que agregar a tu vida, necesitas tomarlo.

No puedes estar igual el día que te convertiste que 20 años después. Tienes que haberte perfeccionado, mejorado.

 

3.- Consolaos.

El tercer consejo es que nos consolemos.

La vida cristiana no es algo individual, necesitamos de los demás, no se puede tener gozo y ser perfeccionado si no te congregas.

Dios nos empuja a la comunidad y nos aleja del aislamiento.

Dios nos muestra que somos imperfectos y que necesitamos los unos de los otros, por eso nos dice que nos consolemos.

Siempre van a haber altos y bajos en nuestra vida, van a haber momentos en los que todo va bien y van a llegar situaciones dolorosas y problemáticas, de ahí la importancia de que unos a otros nos apoyemos, nos animemos y nos consolemos.

La iglesia es el lugar donde venimos cuando estamos mal para que otros nos alienten a seguir para adelante.

Todos tenemos la tarea de consolar.

Nuestra iglesia siendo consciente de este mandato ha establecido un equipo de consejería donde gente preparada te ayudará a pasar de forma victoriosa los momentos difíciles de la vida.

 

4.- Sed de un mismo sentir.

El cuarto consejo es seamos de un mismo sentir.

Literalmente en griego “pensad lo mismo”. Los pensamientos y los sentimientos van de la mano.

Un pensamiento puede causar una división y se crea un resentimiento los unos contra los otros.

Por esto es importante que miremos a lo lejos, que no pongamos los ojos en los detalles y las imperfecciones de los demás, y que pongamos “los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe”.

Pongamos los ojos en la meta, en el final glorioso que Dios tiene para todos y luchemos juntos para conquistar para Dios.

 

5.- Vivid en paz.

El quinto consejo es que vivamos en paz.

La convivencia crea roces. Hemos de ser conscientes de esto y no producir conflictos sino ser gente de paz, procurar la paz los unos con los otros.

Los roces vienen de ver los defectos en el otro en vez de las virtudes.

Un defecto puede tapar miles de virtudes, un mal acto apagar miles de buenos actos.

Uno de nuestro trabajo como hijos de Dios es no echar leña al fuego, sino luchar porque la concordia prevalezca.

“Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela” (Salmo 34:14).

 

6.- Resultado: Dios está contigo.

Si obedeces a Dios en estas cinco cosas: Tienes gozo, luchas por perfeccionarte, consuelas al que lo necesita, si eres de un mismo sentir y vives en paz, entonces el Dios eterno, el Dios de paz y amor estará contigo.

“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).

Es una promesa de Dios.

 

7.- Importancia del saludo.

Saludaos unos a otros con ósculo santo. 13 Todos los santos os saludan” (V.12-13).

El beso santo era la forma de saludarse entre los primeros cristianos.

La iglesia primitiva solo permitía que se besaran los que habían hecho el discipulado y estaban bautizados ya que se consideraba que eran preciso estos dos requisitos para que el beso fuere santo.

En ocasiones se quito el beso por causa de abusos.

Ahora las autoridades, y yo mismo, lo desaconsejamos por causa de la pandemia.

El tema no está en el beso en sí, algunos hacen bandera de esto y piensan que ser cristiano es dar besos a diestro y siniestro.

El principio que sacamos de esto es que la afectividad debe permanecer entre nosotros.

Si estás peleado con alguien no quieres saludarle, pero si te llevas bien no hay problemas.

Tengamos buena comunión y seamos afectuosos con beso y sin beso, el beso no es imprescindible cuando hay una buena relación.

 

8.- Función de la trinidad en el día a día.

“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros” (V.14)

Jesús. – Da gracia, perdón de pecados y la posibilidad de estar cerca de Dios.

El Padre. – El amor de Dios se manifiesta habiendo mandado a JesúsPorque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

El Espíritu Santo. – Comunión que nos ayuda a vivir una vida exitosa.

Tenemos que vivir día a día con la gracia de Jesús que si pecamos nos perdona, recordando el amor del Padre que esta con nosotros y vivir en comunión con el Espíritu Santo que nos da los dones y los frutos.

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