Tres motivos para ser fieles a Dios.

“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (I Pedro 1:13-19).

 

Pedro está hablando a los expatriados, a gente que lo ha perdido todo por aceptar a Jesús.

En los primeros 12 versículos les da ánimos diciéndoles que la trinidad al completo está con ellos,

que han nacido de nuevo,

que hay una salvación esperándoles,

que la aflicción de ahora es momentánea en comparación con el gozo venidero,

y que nuestra salvación es un regalo que aún anhelan los ángeles.

Después de esto inicia una serie de explicaciones para que vivan una vida cristiana efectiva.

 

1.- Que el problema no te impida ser un buen cristiano.

Hay gente que cuando llegan los problemas se desaniman, porque miran los problemas en vez de mirar la gran bendición de la salvación de Dios.

La salvación es tan grande que es suficiente motivo para ser fieles a Dios.

 

2.- Estar prestos para ser efectivos para Dios.

“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado” (V.13).

“Ceñid los lomos” Cuando alguien tenía que hacer algo rápido se cogía la ropa que le llegaba hasta el tobillo y se la ceñía en el cinto. La ropa estorbaba, y de esta manera podía actuar mejor y más rápido.

La salvación es tan grande que hemos de ser fieles desde el minuto primero.

“De vuestro entendimiento” Hemos de ceñir los lomos, hemos de actuar pronto con el entendimiento, con los pensamientos.

Vivimos en nuestro cerebro, lo que pensamos es nuestra realidad, si pensamos en lo mal que lo estamos pasando nuestra realidad será mala, pero si vivimos en la conciencia de lo que Dios ha hecho por nosotros salvándonos, esta salvación tan grande nos dará gozo, alegría y nos hará fieles a Dios.

“Sed sobrios” La definición de sobrio es: “moderado, que carece de adornos superfluos, que no está borracho”.

En el contexto vemos que “sed sobrios” es que nos dejemos de cosas superfluas, de florituras, que dejemos de mirar lo que sobra y que nos centremos en lo importante, en dar gracias a Dios por la salvación y servirle lo mejor que podamos “esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”.

 

3.- Obediencia.

“Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia” (V.14).

Cristianismo es sumisión a la voluntad de Dios.

No se puede ser cristiano y decidir lo que queremos hacer. Un cristiano se somete y obedece a Dios.

Sin embargo, no es una obediencia a un Dios dictador e insensible, es obediencia a un Dios que es nuestro Padre, que nos ama.

Si obedecemos y aceptamos los pensamientos de Dios es porque sabemos que son para nuestro beneficio.

Dios no manda cosas por capricho, los mandamientos de Dios son para bendecirnos “No os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia”.

El pecado no solo modifica los pensamientos, también los deseos porque la obediencia a Dios, en muchos casos va contra lo que pensamos que somos. Pero son falsedades que el diablo metió dentro nuestro.

 

4.- Tres motivos para la fidelidad:

a.- Dios es Santo (V.15-16).

b.- Dios es Juez (V.17).

c.- Nuestro rescate fue muy caro (V.18-19).

 

5.- Primer motivo para la fidelidad: Dios es Santo.

“Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (V.15-16).

En vez de vivir con los deseos engañosos que tenemos cuando estamos en nuestra ignorancia, se nos presenta la primera causa para servir a Dios con fidelidad: Dios es Santo.

Pedro utiliza un texto de Levítico para indicar que esto no es nuevo, 1500 años antes de Cristo ya Dios daba esta instrucción a su pueblo.

Vivimos en un mundo sucio y contaminado, que dice que es bueno lo malo y a lo malo dice que es bueno.

Un mundo que potencia “los deseos que antes teníamos porque estábamos en ignorancia”.

Ya Dios nos dio luz, vivimos en esa luz y no nos dejemos llevar ni contaminar por las mentiras del mundo.

 

6.- Segundo motivo para la fidelidad: Dios es Juez.

“Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación” (V.17).

Dios es juez y juzga a todos.

“Sin acepción de personas” Dios es juez justo que juzga sin acepción de personas, sin favoritismos, es imparcial.

“Todo el tiempo de vuestra peregrinación” Somos peregrinos y extranjeros, estamos de paso, y el camino de nuestra vida va a acabar ante el tribunal de Dios.

No nos contaminemos, seamos santos no nos mezclemos con lo del mundo, vamos a ser juzgados.

 

7.- Tercer motivo para nuestra fidelidad: Nuestro rescate fue muy caro.

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (V.18-19).

Rescate: “Dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28).

RAE.- “Recobrar por precio o por fuerza lo que el enemigo ha cogido”.

Sinónimos: Recobrar, liberar, reconquistar, recuperar…

El diablo tomó autoridad de nuestras vidas, hizo con nosotros lo que quiso, nos llevó a hacer cosas que nos destruían.

Éramos esclavos y Jesús nos liberó.

Nos rescató por precio, pagó con su sangre para que vivamos de forma productiva.

“Vana manera de vivir” Vivíamos de manera vana, vacía, improductiva, inútil, y cuando Jesús nos rescató ya nos dio un propósito de vida.

Nuestra vida tiene sentido, tiene valor.

“La cual recibisteis de vuestros padres” La cultura es el método de transmisión que el diablo utiliza para controlar las mentes de la gente y sus vidas.

Por eso el cristiano ha de romper con la cultura del mundo y abrazar la cultura del reino de Dios.

“No con cosas corruptibles, como oro o plata” El pago del rescate no fue dinero, sino la sangre de Jesús.

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