Cubre tu rostro

“Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. 2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. 4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. 6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios” (Éxodo 3:1-6).

 

Moisés está viendo la tremenda presencia de Dios en la zarza que arde y no se consume.

Desde la zarza, Dios le habla y le dice que se quite el calzado de sus pies, que la tierra que pisa es santa.

De esta manera lo sucio de sus zapatos no contamina el lugar de Dios, y al no tener nada que se interponga entre la santidad de Dios y Moisés, la santidad de Dios está más cerca de él.

Dios quiere que su santidad nos impacte.

Veamos que nos muestra este versículo 6.

 

1.- Dios se identifica.

“Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob” (V.6)

Moisés conocía a muchos dioses, ya que el panteón egipcio era enorme.

Dios no quiere que Moisés se confunda, desde el principio muestra quien es.

He conocido a gente que habla de Dios y trata de esconderlo como un dios más “Da igual lo que creas, si eres bueno moralmente Dios te acompaña”, “todas las religiones llevan a Dios”, “Da igual la religión, creemos en el mismo Dios”.

 

2.- Dios no quiere que le confunda.

Él sabe que los otros dioses son manifestaciones demoniacas moviéndose acá abajo en la tierra.

Dios sabe que satanás se disfraza de ángel de luz “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (II Corintios 11:14).

Dios deja claro desde el principio quien es, para que no se le confunda con quien no es.

En un mundo con tantas religiones y tantos dioses, Dios quiere dejar claro quién es, para que la gente no se confunda.

 

3.- Dios es uno solo.

El Dios” (V.6)

“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Deuteronomio 6:4).

Los egipcios tenían muchos dioses, en el mundo hay muchos dioses, pero Dios es uno.

En un mundo politeísta, Dios se muestra como el único Dios.

No hay otros dioses, los demás son falsificaciones

, pero el único Dios es el “Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob”.

Dios no se cambia de nombre según las culturas, el dios de otras religiones no es el Dios que habla desde la zarza, solo hay un Dios con un solo nombre que más tarde en este capítulo nos es revelado.

 

4.- Moisés cubrió su rostro.

Tuvo miedo de mirar a Dios cara a cara y seguir viviendo.

Moisés conocía otros dioses, y sabía que solo el Dios de sus padres tenía poder, no era una imagen de madera o metal, era un Dios de poder que habla desde la zarza.

Hay muchos dioses, pero el Dios de la Biblia es todopoderoso.

Los otros tienen un poder limitado dependiendo del demonio que lo respalda, pero el Dios de la Biblia es todopoderoso, Él es digno de alabar y adorar, no hay ninguno como Él.

 

5.- A pesar de la aflicción, Dios es poderoso.

El pueblo de Israel estaba en aflicción, lo pasaba mal, pero Dios es poderoso.

Dios es más poderoso que tus problemas y dolores.

Dios es Dios a pesar de tus momentos difíciles.

Israel estaba oprimido, pero el Dios de la Biblia seguía siendo Dios, y Moisés lo sabía, por eso se cubre su rostro.

A pesar de los problemas, Dios está en el trono y la oración cambia las cosas.

Dios vio el clamor de su pueblo y estaba actuando, aunque los judíos no veían nada.

Dios se está moviendo en tu vida en tu Horeb, aunque tu no veas nada ni entiendas nada.

Continua fiel y verás la liberación de Dios.

 

6.- Si cubres tu rostro este resplandecerá.

Moisés cubrió su rostro ante Dios y al poco tiempo tuvo que tapárselo ante los judíos.

“Y cuando acabó Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. 34 Cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía; y saliendo, decía a los hijos de Israel lo que le era mandado. 35 Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios” (Éxodo 34:33-35).

Si tu respetas a Dios, Él va a derramar sobre ti su gloria y otros lo verán.

Moisés cubrió su rostro para no ver a Dios, y otros no podían mirar su rostro y por lo tanto tuvo que tapar su cara.

Dos veces se tapa el rostro:

a.- Para no ser impactado por el poder de Dios.

b.- Para que otros no sean impactados por el poder de Dios.

 

7.- El siervo de Dios ha de cubrir su rostro.

No es necesario que nadie vea tu rostro, lo importante es que vean a Dios.

El orgullo hace que la gente se levante para que otros lo vean.

El hijo de Dios se oculta para que la gente vea a Dios.

El orgullo destruye al ser humano, “quítate de en medio” engrandece la obra de Dios, porque Dios se mueve en aquellos que tapan su rostro.

El diablo siempre quiere que otros vean tu rostro, tú sin embargo tápalo, si Dios quiere que otros te vean, que sea Él quien lo haga.

 

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