Cuerpo, alma y espíritu

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (I Tesalonicenses 5:23).

 

Cuando Dios creó al hombre, lo hizo de manera completa, con cuerpo, alma y espíritu.

Igual que Dios es trino, el hombre es trino, de manera que el ser humano está compuesto de tres partes: Cuerpo, alma y espíritu.

 

Entender esto es como una llave que metes en tu cerebro y que desbloquea la adoración a Dios, la comunión con Dios y el servicio a Dios.

Nos va a ayudar a diferenciar vida espiritual con religión.

 

1.- El cuerpo.

En griego cuerpo: “soma” (somatizar) o “sark” (sarcófago).

El cuerpo está en contacto con el mundo material, existe en el mundo material.

Es la parte visible y externa de nuestro ser.

En él se encuentran los cinco sentidos que sirven para relacionarnos con el mundo que nos rodea.

Si me quiero desplazar, muevo las piernas y voy al lugar escogido.

Si quiero captar información oigo y miro.

El cuerpo hay que nutrirlo, comemos para alimentarlo, para fortalecerlo.

Es importante comer bien, sano, mantener las medidas físicas que los médicos recomiendan para que no nos enfermemos antes de tiempo.

Si el médico le dice que no abuse de ciertas comidas o de ciertos ejercicios, no los haga, cuide su cuerpo.

 

2.- El alma.

En griego alma: “Psique” (psicología).

Es nuestra personalidad, es quienes somos, es nuestra identidad.

Con el alma pensamos, razonamos, recordamos, nos preguntamos, experimentamos emociones, y tomamos decisiones.

 

3.- En el alma residen:

La voluntad (capacidad de decidir).

La inteligencia (capacidad de pensar).

Los sentimientos (capacidad de sentir).

 

4.- La condición del alma.

“¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:1-4).

El alma es como un país en guerra y rebeliones.

“Pero el hombre natural (animal) no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (I Corintios 2:14).

El alma, el hombre natural, está limitado y no entiende el mundo del espíritu.

Cuando un alma se somete a Cristo, le entrega su vida a Dios, comienza a reemplazar las antiguas pasiones y aparece orden y paz.

 

5.- El alma se encuentra con:

a.- Una voluntad que no es la de Dios, es la suya propia, y que, aunque parece que sí, la realidad es que no le satisface, aunque se esfuerce en hacer lo que quiere. Esto acaba en una rebelión total, que produce una gran insatisfacción.

b.- Una inteligencia desviada que no va donde Dios va. Los pensamientos no le traen paz, son turbulentos, abunda el miedo, la incredulidad y están contaminados por todo tipo de pecado.

c.- Sentimientos heridos, experiencias del pasado que le hacen desconfiar, temer, incapacidad de amar, de recibir amor y estar a la defensiva para evitar el dolor; además de mal carácter, maldad hacia otros, sentimientos de culpa y rechazo.

 

6.- ¿Cuál es la bendición del ser humano?

Es saber morir a los deseos del alma.

“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Juan 12:24).

Ser sanado de los sentimientos destructivos del alma, dejar de gobernarse y dejar que Dios gobierne.

El cristiano espiritual ha de saber:

Perder para ganar.

Dejar su voluntad para hacer la de Dios,

Morir para vivir.

 

7.- Entendimiento sometido.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).

Es importante pensar de la manera correcta, es importante no contaminar con cosas antibíblicas nuestra mente.

Por eso la Biblia habla de renovación, de cambio, de dejar los pensamientos que nos hacen daño y abrazar los que nos bendicen.

Deje los pensamientos de miedo, de superioridad y de inferioridad, acérquese a Dios y a su palabra y absorba los pensamientos que Dios nos da en su palabra para que tengamos un pensamiento renovado.

Hace años se lanzó el “plan renove” para coches, hay un “Plan renove” para su mente.

 

8.- El espíritu.

En griego espíritu: “Pneuma”.

Se comunica con Dios por la oración, la lectura de la palabra, se alimenta de la comunión con el Señor.

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:26-27).

“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7).

Dios creó a la humanidad de manera diferente al resto de la creación. La Escritura claramente enseña que los seres humanos fueron hechos para tener una relación con Dios, y como tales, Dios nos creó con aspectos tanto materiales (físicos) como inmateriales (espirituales).

“Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (I Corintios 2:11).

El espíritu del hombre es lo que Dios utiliza para comunicarse con el hombre.

 

El alma humana, tiene un vehículo para desplazarse en el mundo físico que se llama cuerpo.

El alma humana, tiene un vehículo para desplazarse en el mundo del espíritu que se llama espíritu.

 

9.- Compañero de trabajo.

Un compañero de trabajo tenía carnet de capitán de barco, además tenía carnet de conducir coches.

Cuando quería viajar por mar alquilaba un barco e iba haciendo la ruta marítima, cuando acababa regresaba a puerto, dejaba el barco y se montaba en su coche para circular por tierra.

Dependiendo por donde quisiera ir tomaba el barco o el coche.

 

El ser humano tiene un yo, una identidad, es el alma y si quiere moverse por el mundo material utiliza el cuerpo. Cuando quiere moverse por el mundo espiritual utiliza el espíritu humano.

El alma se abre hacia arriba, hacia lo espiritual mediante el espíritu y hacia abajo, hacía lo de la tierra, a través del cuerpo.

El bautismo en agua sumerge el cuerpo, el bautismo del Espíritu Santo sumerge el espíritu.

Mediante el espíritu escudriñamos lo más elevado, y con el cuerpo vivimos en esta vida.

 

10.- Relación entre cuerpo, alma y espíritu.

El cuerpo, el alma y el espíritu, las emociones, están conectadas e interrelacionadas (somos una unidad).

Algo que sucede a mi cuerpo afecta a mis emociones, algo que sucede a mi alma afecta a mi cuerpo.

Hay una relación estrecha entre el cuerpo el alma y el espíritu, pero son diferentes y tienen funciones diferentes.

Esta relación es tan fuerte que a veces se entrelazan y actuamos con el alma cuando teníamos que actuar con el espíritu. El alma puede suplantar la función del espíritu.

 

11.- Suplantar el espíritu con las emociones.

Se da el caso de personas que no adoran con el espíritu, lo hacen con las emociones.

La adoración a Dios ha de venir del espíritu del hombre.

“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24).

La adoración genuina viene del espíritu.

Dios no quiere que nos comuniquemos con Él con nuestra alma, Dios nos lleva a adorar con el espíritu.

El espíritu es el medio que Dios nos da para la adoración.

Dios nos mira a nosotros de espíritu a espíritu, no de espíritu a carne, ni de espíritu a alma, sino de espíritu a espíritu.

Si adoramos con los sentimientos del alma, tenemos una adoración, un servicio emocional.

Algunos hermanos, en algunas iglesias, practican esto, desvían la adoración del espíritu a las emociones.

 

12.- Suplantar el espíritu con el intelecto.

Si adoramos con el intelecto, tenemos una adoración, un servicio frio e intelectual.

El anhelo de estos hermanos es conseguir los máximos estudios, tener doctorados, enseñar con la mayor agudeza intelectual que puedan.

Cuando se les oye aprendes mucho, se tiene la sensación de estar en una clase de universidad más que en una iglesia.

 

13.- Suplantar el espíritu con la voluntad.

Si adoramos con la voluntad del alma, tenemos una adoración, centrada en querer hacer cosas, actividades, que al final no llevan a ningún lado (abrir un agujero y luego taparlo).

Son personas que toda la vida hacen y hacen y vuelven a hacer, pero no dejan que sea Dios el que actúe y haga la obra.

Hay personas que entienden su relación con Dios en base a lo que hacen: ofrendan, dan diezmos, leen la Biblia, salen a evangelizar, limpian la iglesia, etc.

Todo esto es importante, pero no es la base de la adoración a Dios, es el resultado.

 

14.- Moverse en el espíritu.

 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (II Corintios 5:17).

Cuando nos convertimos nuestro cuerpo no cambia, nuestra alma sigue estando como está, lo que realmente es hecho nuevo es nuestro espíritu que estaba muerto y ahora empieza a vivir.

La relación con Dios a través del espíritu se activa cuando uno está en Cristo.

 

Nuestro espíritu, ha de entrar en el mundo del espíritu para traer las cosas del cielo a la tierra.

El espíritu humano ha de ser receptivo a lo de Dios.

 

a.- Viaje a Portugal. – Más libertad para adorar. Cada vez que vas a un país, si tu espíritu está en comunión con Dios, vas a discernir cuales son los principados que ejercen autoridad sobre ellos.

b.- Entrar en sitios y distinguir el ambiente espiritual que hay en ellos.

c.- Es en el espíritu donde se consiguen las grandes conquistas en la tierra, aunque luego tarden años en llegar.

d.- El espíritu humano ve lo que los sentidos del cuerpo no pueden ver.

f.- “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales” (I Corintios 12:1). Los dones del Espíritu Santo se mueven en el espíritu humano (No en las emociones ni el intelecto).

g.- El espíritu humano ve las visiones de Dios.

“Luego me levantó el Espíritu y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto” (Ezequiel 11:24).

 h.- “Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 2 si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3 que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente” (Efesios 3:1-3). La carta de los efesios fue entregada por Dios al espíritu humano de Pablo por revelación.

i.- Cuando los pastores predicamos damos información, pero es vuestro espíritu el que ha de tomar la revelación.

 

15.- Cuando una iglesia se mueve en el mundo del espíritu.

“Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna” (Daniel 4:26).

El cristiano ha de aprender a moverse en la tierra con el cuerpo, y de igual manera en el mundo espiritual con su espíritu humano.

Cuando un cristiano con su espíritu se mete en el mundo del espíritu hace realidad de que el cielo gobierne la tierra.

Los cristianos que se mueven en el espíritu son los que logran cosas para el reino, traen bendiciones de lo alto a la tierra, son gente genuinas y aprobados por Dios.

 

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